
Creo que es el restaurante que más he recomendado en el último año. Quizás también el que más veces he visitado. Y es que, Travieso se me antoja como un soplo de aire fresco en una Almería que tiende a una gastronomía que repite patrones y errores. Al menos en la mayoría de los locales abiertos en los últimos años.
Detrás de su concepto y cocina está Dani Muñoz, un joven cocinero que, si no se malea en el camino, tiene todavía muchas alegrías que dar a la gastronomía almeriense. Al menos si su evolución sigue tan firme como la de los primeros 15 meses de Restaurante Travieso. Trabaja con buena materia prima, con buenas ideas, una carta inteligente desde el punto de vista de la gestión interna y mantiene viva la curiosidad por la búsqueda de novedades que mejoren su carta. Su cocina es tan inquieta como él. Por eso su madre, cuando era niño, siempre decía que Dani era muy travieso.
Además, querer desmarcarse de la tapa de cortesía a estas alturas de la película es todo un acto de valentía en Almería capital. Solo eso ya merece el respeto y apoyo de la comunidad de glotones locales. Especialmente teniendo en cuenta que su lejanía del centro urbano lo deja fuera del radar de las rutas foodies entre amigos.
Dani Muñoz (29 años) se formó en la Escuela de Hostelería de Almería y se ganó las primeras cicatrices en restaurantes como Alejandro de Roquetas de Mar (año y medio), Catedral de Almería (tres años), Hotel Golf Almerimar (dos temporadas) y su rincón japonés, Ikari, y en el restaurante Villavieja (Berja).
Sashimi de presa Joselito
Nada más que el ‘Sashimi de presa ibérica Joselito’ merece el paseo hasta Cortijo Grande. Pero también es reseñable cómo trabaja pescados humildes como la caballa, o cortes poco populares como la papada de cerdo (temporalmente fuera de carta)
Si todavía no odias por saturación el tartar de atún, el de Travieso es de los mejores de Almería. También tiene el pulpo seco un toque muy personal del chef con sabores intensos, concentrados y juego de texturas. Y si te van los moluscos deberías probar con las ‘Zamburiñas salteadas con salsa de vieiras y aire de Albariño’. No olvides preguntar por los platos del día. Suelen tener alguna recomendación elaborada con los productos que encuentran de temporada en el mercado.
Si vas por primera vez, céntrate en los pintxos individuales y en los platos para compartir y probarás más cosas. Seguro que querrás volver. Quizás el mayor “pecado” de Travieso es sobrecargar algunos platos que no necesitan más que la calidad de la materia prima para defenderse solos, sin tanta decoración. ¡Todo sea por Instagram!
El interiorismo está cuidado con buen gusto, predominando grises y blancos con algunas pinceladas de color. El local es luminoso sin excesos y acogedor. La cocina se inspira en la del Restaurante Alejandro, y como en aquella, una cristalera permite ver el trabajo en cocina. El servicio es discreto, profesional y mejora cada día.
Que si no te he convencido yo, que sepas que David Bisbal recomendaba recientemente en sus redes sociales la cocina del Restaurante Travieso. Que ser famoso no es ninguna garantía de saber comer bien, pero sé que os encantan estas cosas. Si no fuera por Aaron Paul ni dios conocería el whisky Bushmills en Almería.
Restaurante Travieso Calle Lentisco, 14 Almería Teléfono reservas: 950 11 41 74
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