Situado entre los términos municipales de El Ejido y Roquetas de Mar y limitando con el Mar Mediterráneo encontramos el Paraje y Reserva Natural Punta Entinas-Sabinar, un maravilloso espacio que abarca uno de los sistemas dunares mejor conservados de la Península Ibérica y Europa.
Este terreno, de 1.971 hectáreas, da cabida a un ecosistema subárido mediterráneo compuesto por distintos accidentes geográficos como dunas, salinas, charcas y marismas. Estas ofrecen cobijo a numerosas especies vegetales y animales. Antiguamente albergaba las salinas de Roquetas de Mar formadas por las marismas, yacimientos cuya desaparición dieron paso a la creación de nuevos ecosistemas y la llegada de aves distintas.
El sendero de las Salinas de Cerrillo, conformado sobre una barra de arenales que separa las dos grandes albuferas semicolmatadas de esta Reserva, permite adentrarnos al Paraje a pie o en bicicleta, ofreciendo la oportunidad de apreciar la belleza de los puntos de interés que se muestran a continuación y que querrás visitar.
Qué podemos ver
Lo más llamativo de este ecosistema es su fauna, compuesta por decenas de especies ornitológicas, algunas de ellas en peligro de extinción. Debido a su importancia, el lugar fue declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), conformando desde 2006 uno de los humedales más importantes del Convenio Ramsar.
Algunas aves que visitan este espacio son la garza real, la focha común o la malvasía cadeciblanca. Sin embargo, toda la atención de los visitantes del lugar es captada por el color rosado del plumaje de las aves del género Phoenicopterus, más conocidas como flamencos, especies que abundan en la época veraniega, coincidiendo con el momento de su paso migratorio entre Europa y África.
Aunque no debemos olvidarnos de su flora, compuesta en su mayoría por sabinas suaves, que otorgan el nombre a la reserva, y por lentiscos.
Otro de los encantos del Paraje se sitúa al sur de este espacio, donde podemos disfrutar de una kilométrica playa virgen, un sitio en que la tranquilidad y la calma están aseguradas, una zona donde las aguas cristalinas y la arena fina se combinan para crear un lugar paradisíaco digno de publicación editorial.
Un tesoro en el mar
En esta playa, el tesoro no está enterrado bajo la tierra, sino que es el mar quien lo encierra. Así, se han hallado numerosos restos arqueológicos, destacando el paso de la población romana por estas tierras. Vestigios como ánforas púnicas, piezas nazaríes y elementos almohades realzan aún más la importancia histórica del lugar. Algunos de estos restos fueron hallados a tan solo 2-3 metros de profundidad, como el pecio Gandolfo, un barco de origen romano o el pecio Moderno, de procedencia posterior.
En este espacio también podemos hallar la Torre de Cerrillos, una fortificación de carácter defensivo empleada para la custodia de la costa durante los siglos XV y XVI frente a los ataques berberiscos. Está calificada como Bien de Interés Cultural y actualmente se encuentra en aras de ser rehabilitada por el municipio que la alberga.
A pesar del deterioro sufrido por las condiciones meteorológicas y el abandono, esta construcción desvela la magnificencia de los barcos ante los que debían enfrentarse la población morisca que constituía el último reino islámico de la península, el Reino de Granada.
La flora y fauna de la Punta Entinas-Sabinar, la virginidad paisajística y la riqueza histórica que sus aguas y suelos poseen, conforman los alicientes perfectos para hacer del lugar un entorno que vale la pena visitar mediante paseos incansables disfrutando siempre de la mejor compañía. Un sitio donde niños y adultos quedarán embelesados admirando el encanto del lugar mientras escuchan el oleaje característico del municipio en el que se halla Punta Entinas-Sabinar.
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