La Posidonia oceánica es una especie acuática que se encuentra presente solamente en el Mar Mediterráneo. Tiene una morfología similar a las plantas terrestres. Antiguamente vivía en zonas intermareales, soportando cortos períodos de inmersión en el agua. Poco a poco, la evolución hizo que solo sobrevivieran aquellas que toleraban condiciones de alta salinidad, haciendo desaparecer aquellas otras que no podían convivir en zonas que presentasen estos niveles.
Esta planta acuática florece en otoño y su fruto es conocido como olivas de mar, debido al parecido con el producto de los olivos. Se encuentra presente en profundidades que pueden llegar a oscilar entre los 0,5 y los 30-40 m de profundidad. Tienen un largo ciclo de vida, pudiendo llegar a sobrevivir miles de años. La especie de Posidonia más larga del mundo conocida mide 8 km de largo y tiene una edad de 100.000 años, pero no te preocupes, porque vive en las Islas Baleares.
Beneficios de la Posidonia oceánica
La costa almeriense, de 217 kilómetros, no es menos y, como litoral bañado por el Mar Mediterráneo, cuenta con extensas praderas de Posidonia oceánica. Su existencia en nuestra costa aporta grandes beneficios. Por cada metro cuadrado de pradera la Posidonia libera 20 litros de oxígeno al día. Además, la frondosidad de sus prados ofrece refugio a peces, equinodermos, cefalópodos y otras especies marinas de la zona, así como sirve de lugar de reproducción a las mismas.
Aunque, el gran papel que desempeña esta especie reside en su capacidad de contrarrestar la fuerza del oleaje sobre la orilla. Su formación sirve como barrera para evitar el transporte de los sedimentos y prevenir así la erosión costera.
Quejémonos menos de las algas que se depositan en la orilla de nuestras playas porque son un importante bioindicador de la calidad del agua. Las características que hacen que sea un buen indicador biológico son:
- Es sensible a los cambios ambientales.
- Posee una gran capacidad para albergar en sus tejidos sustancias contaminantes suspendidas en el agua.
- Son especies bentónicas. Es decir, habitan en las profundidades, pero necesitan alcanzar la luz para sobrevivir. Por lo que es necesario que el agua luzca transparente y exenta de contaminación.
- Tienen un largo ciclo de vida, lo que indica que el agua debe estar constantemente libre de polución para que la Posidonia pueda sobrevivir.
Actualmente se encuentran protegidas por la aplicación de la Directiva Europea 92/43/CEE del Consejo, para mitigar su continua regresión. Siguiendo esta línea, en 1989, la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de Andalucía inició un programa de instalación de arrecifes artificiales de hormigón. Así, se intentó y se intenta en la actualidad proteger aquellas zonas marítimas que soportan una sobreexplotación de artes de pesca no permitidas.