La atmósfera quiso cobrar protagonismo en el 25N, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia con la Mujer, con un récord histórico, que no positivo. Y es que estamos asistiendo al momento con la mayor cantidad de gases de efecto invernadero acumulada en la atmósfera desde que se tienen datos. Así lo evidencia el último ‘Boletín sobre los gases de efecto invernadero’, publicado ayer por la la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El rápido aumento de las concentraciones de los gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, ozono, etc.) causados por la actividad humana, ponen de manifiesto unos efectos cada vez más graves del cambio climático. El aumento de las temperaturas, así como del nivel del mar, unos fenómenos cada vez más extremos, el estrés hídrico y la alteración de los ecosistemas marinos y terrestres, son algunas de las consecuencias de las que nos advierte el informe.
Estamos asistiendo a unos niveles de CO2, principal gas de efecto invernadero, que superan el umbral de las 400 partes por millón (ppm), siendo una concentración media mundial de este gas en unas cantidades no vistas en el planeta desde hace millones de años.
Empresas emisoras de CO2
Y nos preguntamos, ¿cuáles son los focos principales de emisión de los gases de efecto invernadero? Pues un informe elaborado por el Climate Accountability Institute de EEUU certifica que son las empresas dedicadas a la explotación persistente de las reservas mundiales de petróleo, gas y carbón, las principales responsables de la emisión de CO2 .
A nivel mundial, encontramos que multinacionales como Shell o BP como dos de las empresas responsables de la contaminación nivel mundial según los datos arrojados por el informe.
En el caso de Almería, tenemos la mayor central de emisión de CO2 de Andalucía y la tercera de España. Se trata de la térmica de Endesa ubicada en el municipio de Carboneras que, según el informe Last Gasp de la plataforma europea ‘Europe Beyond Coal’, señala a esta compañía de carbón como una de las responsables de la contaminación del aire y del cambio climático.
Una industria que se encuentra entre la descarbonización y el cierre, en un escenario en el que los precios de los derechos de CO2 son un 50% más caros que el año pasado debido a los grandes volúmenes de emisiones.
Unos datos que muestran un mal pronóstico y una tendencia en aumento de los efectos cada vez más graves del cambio climático, a la que primero las empresas y más tarde las generaciones futuras tendrán que hacer frente.