Ya en el año 2016 los trabajos de seguimiento del medio marino que realiza periódicamente la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio decretaban un aumento de la mortalidad de la nacra (Pinna nobilis) en Almería y otras zonas. Su presencia en las aguas de este mar es considerada crucial, pues proporciona nuevos hábitats y mejora los ecosistemas que habita. Pero ahora se encuentra al borde del abismo, cerca de la extinción.
Las principales concentraciones de poblaciones siempre se han hallado en el levante almeriense. Siendo el Parque Natural Cabo de Gata su lugar de refugio. Este molusco de extraño nombre y monumentales dimensiones se trata de una especie endémica del Mediterráneo que vive en las praderas de posidonia; especie vegetal marina muy abundante en las costas almerienses. La concha de este molusco puede alcanzar una longitud de 120 cm, pudiendo llegar a vivir hasta 50 años.
Los ejemplares más grandes pueden contener incluso perlas. Se alimentan filtrando agua de mar y se trata de una especie hermafrodita protándrica. Primero pasa una fase en la que es macho, para luego convertirse posteriormente en hembra. Se ha constatado que, sobre su concha, pueden llegar a vivir más de 120 organismos. Por lo que su falta en los mares podría suponer un desequilibrio en los ecosistemas.
Un descenso de población alarmante
Como decíamos, a finales de septiembre de 2016 ya se constataba una mortalidad masiva de la nacra en Almería, Ibiza, Formentera, Murcia y Torrevieja. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el causante de este suceso es una nueva especie de protozoo esporulado. El Haplosporidium pinnae.
Tras haber inspeccionado 60 kilómetros de costa almeriense, el estudio confirmaba unos resultados desconcertantes. Más del 90 % de los individuos de El Calón y Aguamarga estaban afectados. Mientras que en el Islote de San Andrés la cifra ascendía al 100 %.
Existe otro ejemplar de esta misma especie que ha resistido los ataques del protozoo. Esta es la nacra de roca o Pinna rudis. Este hecho se confirma cuando, durante la misma inspección, los científicos observaron que el único ejemplar vivo en el Islote era este. Mientras tanto, los 20 individuos de Pinna nobilis allí encontrados se hallaban muertos.
En el año 2017 el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente aprobaba una actuación de emergencia para su rescate. Así, 215 ejemplares de nacra serían trasladados a instalaciones especializadas para evitar su infección. Del mismo modo, este trabajo perseguía disponer de una reserva genética para desarrollar un programa de cría en cautividad en un futuro.
Proyectos de recuperación
Aunque no ha sido hasta el año 2018 cuando la nacra se ha declarado oficialmente en situación crítica, mediante una orden ministerial.
En el año 2019 el Grupo de Trabajo sobre la nacra común se reunía en la sede Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO). Todo para definir las principales líneas de actuación en el plan de reducción del riesgo de extinción de esta especie.
Recientemente, un estudio publicado en la revista ‘Frontiers in Marine Science’ reveló que la nacra muestra cierta capacidad natural de recuperación gracias a la dispersión en su hábitat de larvas procedentes de poblaciones todavía no afectadas por la parasitosis. Estas larvas podrían ser cruciales para la supervivencia del mayor molusco del Mediterráneo. Del mismo modo, para la conservación de la nacra, se impulsará la cría en cautividad de esta especie.
Esperamos que su recuperación sea posible y que las costas almerienses se llenen de nuevo de este molusco tan peculiar e importante para el ecosistema marino.