La música pone ritmo a la vida con autismo de Isidro

Dar un concierto ante los vecinos de Vícar ha supuesto un antes y un después en el pianista

La primera vez que Isidro Fernández, un músico de Almería con trastorno del espectro autista, dijo una palabra no fue mamá ni papá. Era el cumpleaños de su madre, y su terapeuta María José le había preparado una sorpresa. El pequeño, por aquel entonces, solo tenía dos años y cuando Raquel entró por la puerta la cogió de la mano y la sentó en el sofá. «Me cantó el cumpleaños feliz y yo con un llanto que no podía parar, me lo comí a besos. Todavía se me quiebra la voz al contarlo y me emociono cada vez que recuerdo ese momento, se me ha quedado marcado para toda la vida», asegura la mamá de Isidro.

Isidro tiene catorce años, y con tan solo año y medio le diagnosticaron trastorno del espectro autista. Raquel Novis notaba que su niño tenía una evolución muy distinta a la de su hermana mayor y decidió llevarle a un médico. Este le comentó que el peque estaba dentro del perfil TEA. «A mi me dio el bajón pero como soy una mujer de armas tomar me puse en contacto con el COI (Centro de Orientación e Intervención Integral en Autismo y otros Trastornos Generalizados del Desarrollo). Vinieron, le hicieron el diagnóstico y me confirmaron que era un niño de los suyos. Yo en el fondo lo tenía claro desde antes, pero toda la familia estaba en mi contra porque decían que era una histérica. Fue una época bastante dura, pero una madre es una madre y lucha por sus hijos como una leona», relata la mujer.

La música para expresarse

Una terapeuta le dijo a ella y a su marido que a través de la música Isidro podría conseguir muchas cosas y así está siendo, pues es un niño apenas verbal y se expresa a través de esta. María José aclara que es capaz de comunicarse verbalmente pero solo a la hora de pedir: «Cuando necesita agua, comida… Sobre todo, sabe pedir perfectamente el móvil. Lo que no hace es expresar sus sentimientos o decirnos cómo está en cada momento, y eso lo está haciendo gracias a la música. Ha conseguido con el piano hacernos llegar cómo se siente».

Antes de los tres años empezó con la musicoterapia. A esa temprana edad, un día su musicoterapeuta le llevó un xilófono y fue capaz de aprenderse una canción entera; aunque también tocaba la guitarra, la zambomba… Es autodidacta y tiene un oído absoluto. Por su lado han pasado varios profesores, pero todos han acabado marchándose. «Cualquier clase particular de piano que le den a mi hijo oscila entre los 25 y 30 euros, y los mismos profesores me acaban diciendo que aprenden ellos de de él. Uno me comentó que estaba cogiendo trucos de mi niño para adaptar sus canciones» añade Novis.

El objetivo de los padres es tratar de conseguir mediante las composiciones musicales que Isidro aprenda a comunicarse. «Yo como madre creo que no lo hace porque le da vergüenza. Toda su vida ha estado yendo a clase por las mañanas y haciendo terapia por las tardes. Esto por una parte ha sido muy bueno para él, pero no ha tenido la oportunidad de tener más contacto con niños que no tengan TEA y por lo tanto, de hablar con ellos», confirma la progenitora.

«No soy invisible»

Sin embargo, el 2 de abril de 2021, Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, supuso un antes y un después en la vida de Isidro y en la de su familia. El pianista no soportaba el ruido, ni escuchar a nadie cantar mal, hasta que llegó esa fecha: «Nosotros en su cumpleaños teníamos que cantar el cumpleaños feliz muy bajito porque si no se tapaba los oídos, se marchaba y no soplaba las velas; y lo que pasó en el evento nos dejó alucinados».

Cuando el Ayuntamiento de Vícar les confirmó que Isidro iba a tocar ante los vecinos, María José empezó a trabajarlo con él: le llevaba al sitio, se lo explicaba… El día del concierto le pusieron un piano que no era el suyo y los temas le salían distorsionados, pero él no perdía los nervios y volvía a repetirlos. «Hizo cinco canciones y cuando terminó todos le aplaudieron. Isidro estaba sin taparse los oídos, no nos lo podíamos creer. Yo, como madre, creo que él estaba pensando: he salido al mundo, me están viendo, no soy invisible«, asegura Raquel Novis.

Después de esto, un profesor de su colegio Virgen de la Paz, le dijo a la familia del alumno que iba a intentar que todos los viernes diese un concierto para sus compañeros. Su entorno cuenta que veía esto como algo imposible porque mientras él toca el piano los niños cantan, por lo que pensaba que no iba a ser capaz de soportarlo. El maestro aclara que mira a los compañeros con ternura y se lo pasa genial mientras cantan junto a él, ya que se siente realizado e integrado.

«Hasta 12 horas tocando el piano»

Cada vez se supera y aprende más a través del oído. Él mismo busca mejorar el sonido y las técnicas a pesar de no saber leer partituras, aunque sus padres están buscando a alguien que pueda enseñarle solfeo. Es tal pasión la que siente que, si le dejan, puede tirarse hasta doce horas tocando el piano. De hecho, le han tenido que comprar un teclado con cascos para no molestar a sus vecinos. Ahora, además de tocar el instrumento se ha descargado un programa que tiene una mesa de dj y hace sus propias mezclas. También le gusta el bailar y su cuidadora Rocío le ayuda con las coreografías, juntos forman un gran equipo ‘tiktoker’.

El Whatsapp lo controla mejor que su madre: «Yo a veces le escribo por esta red social y veo que copia el texto, lo pega y empieza a poner las comas y los puntos perfectos; y me quedo flipada… Pero luego quieres tener una conversación con él, y ves que no te comprende».

Aun así, los padres de Isidro no pierden la esperanza. De hecho, Raquel hace unos años abandonó su trabajo para poder centrarse más en su pequeño. «Tanto su padre como yo hemos trabajado muchísimas horas. Queríamos darle a nuestro hijo lo que necesitara para que fuera feliz, pero no nos habíamos dado cuenta de que Isidro podría llegar a hablar a través de la música. Tengo claro que lo va a conseguir, pero es necesario que él esté regulado para hacerlo», aclara la madre.

Carrera profesional

También van a luchar porque su niño tenga una carrera musical y justo antes de que comenzara la pandemia Isidro pudo formar parte de un grupo. José Carlos Hernández es profesor en Clasijazz y le unió al conjunto, pero la Covid no le permitió dar nada más que tres clases. Raquel cuenta que aquello fue un flipe y que el maestro le ha dicho que en cuanto todo vuelva a la normalidad quiere que retome las clases porque tiene un gran potencial.

Por su parte, Novis lucha por buscar la integración del autismo en el día a día: «la normalidad está en todos los lados y en todos los puntos de vista y gracias a que se fomenta la visibilidad, los padres podemos salir a la calle con nuestros hijos sin que nos juzguen tanto».

Este año, coincidiendo con el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo 2022 Isidro Fernández vuelve a ofrecer un concierto frente al Ayuntamiento de Vícar y nos anima a todos a poder disfrutar de su gran talento.

Si quieres conocer un poco más sobre Isidro te dejamos la entrevista que hemos realizado en el programa de Interalmería TV, ‘Almería is Different’.

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