Había pasado poco más de un mes desde el establecimiento de la II República cuando se publica el Decreto de 29 de mayo de 1931 por el que se crea el Patronato de Misiones Pedagógicas, dependiente del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. El objetivo era llevar la cultura, la pedagogía moderna y la educación ciudadana a los pueblos de España mediante proyectos culturales propios atendiendo a las necesidades específicas del país.
El programa cultural y vanguardista de Misiones Pedagógicas fue diseñado por Manuel Bartolomé Cossio, intelectual y pedagogo. Este hombre defendía la idea de una escuela abierta a otras posibilidades educativas más allá del aula y la educación formal, la necesidad de una buena formación del maestro (y permanente) y la unión entre la cultura y la justicia social. Sobre todo por este último motivo, el principal público objetivo de este proyecto eran los niños y las niñas de las zonas rurales de España, evitando así la gran brecha de escolarización y cultura en comparación con la ciudad.
Muchos maestros, maestras, escritores, periodistas, artistas e intelectuales de la época colaboraron y trabajaron como voluntarios y voluntarias en las Misiones Pedagógicas. Podemos destacar las figuras de María Zambrano, Ramón Gaya, Luis Cernuda, Antonio Machado, Pedro Salinas, Luis Bello, Federico García Lorca… y así, un largo etcétera.
Programa cultural de la Misiones Pedagógicas
El proyecto estaba compuesto por:
- Museo ambulante o Museo del Pueblo.
Una selección de copias al óleo de las obras más representativas de las principales épocas de la pintura española (exhibidas en el Museo del Prado y en la Academia de San Fernando) para exponerlas en los Ayuntamientos, escuelas y Casas del Pueblo.
- Proyecciones cinematográficas.
Documentales, películas de cine… Un ejemplo de acercamiento social y cultural fue el de José Val del Omar, fotógrafo, director de cine e inventor. Grabó imágenes de la costa de Granada, luego las proyectó en aldeas del interior para personas que nunca habían visto ni el mar ni el cine. Debido a las reacciones de asombro, también solía fotografiar las caras de los niños y los campesinos, como archivos documentales de las Misiones Pedagógicas.
- Establecimiento de Bibliotecas y lecturas.
Los libros eran una prioridad, debía llegar a los lugares más apartados de España. Se atendieron preferentemente a localidades con menos de 5.000 habitantes, repartiéndose bibliotecas para adultos y niños por lugares en los que aún no había llegado ni la luz eléctrica y a los que a veces no se podía llegar con automóvil.
- Representaciones teatrales y guiñol.
Teatro itinerante (Teatro del Pueblo) compuesto por jóvenes actores y actrices aficionados, representaban obras de autores españoles relevantes como Calderón de la Barca o Cervantes, Teatro Guiñol o Retablo de Fantoches (teatro de títeres).
- Conciertos.
Romances y canciones populares interpretados por el Coro del Pueblo.
Muchos países, como Costa Rica, se interesaron por este programa cultural, llevándose a cabo incluso fuera de España, por ejemplo, en Toulouse.
La Guerra Civil Española supuso el fin de las Misiones Pedagógicas, en el año 1936.
Primeros resultados
Solo un año después, en 1932, ya se podía reconocer un gran cambio. Había más de 600 bibliotecas en España, unas 16 en Almería, y con las misiones pretendían llegar al millar. También diferentes fuentes periodísticas confirman que se destinaron unas 300.000 pesetas para crear nuevas escuelas de Artes y Oficios y de trabajo. Además, en diciembre de ese mismo año, las Misiones Pedagógicas habían permitido dar enseñanza escolar a 422.500 niños, que antes no la recibían.
Había que acabar con el pensamiento de que el conocimiento no podía llegar a gente cuya vida estaba condicionada por el trabajo en el campo y que no debían perder el tiempo con la exquisitez de la cultura.
“En la conciencia del niño, oídlo bien, no manda nadie, ni siquiera su propia familia. El niño debe pensar libremente y elegir la carrera, oficio o profesión que más se ajuste a su vocación y aptitudes. Queremos una escuela que no mate la infancia de los niños”.
La Escuela.
(El avisador numantino. Nº 4479. Fecha: 30 de noviembre de 1932).
Misiones Pedagógicas en Almería
- Vícar, Felix, Enix y Marchal de Enix (Septiembre de 1932): con María Zambrano (profesora), Enrique Azcoaga (periodista), Rafael Plaza Martínes (maestro y delegado del Patronato) y Cristóbal Simancas (estudiante universitario y docente voluntario). Actividades: cine y música.
- Vélez-Rubio, Huércal-Overa, Albox, Purchena, Vera, Cuevas de Almanzora, Garrucha y Níjar (Febrero-Abril de 1934): con Ramón Gaya (pintor), Antonio Sánchez Barbudo (escritor, poeta y periodista), Rafael Dieste (escritor), María Zambrano (profesora) y Luís Cernuda (poeta y crítico literario). Actividad: Museo Ambulante (Museo del Pueblo).
- Alhabia, Terque, Bentarique, Santa Cruz, Alsodux, Alcudia de Montagud y Alboloduy (Marzo de 1935): con Modesto Medina Bravo (Inspector de Primera Enseñanza y Delegado del Patronato), Carmen Higueras (Inspectora de Primera Enseñanza y Delegada del Patronato) y Alaminos (maestro). Actividades: cine y música.
Ramón Gaya en Almería
Ramón Gaya fue uno de los encargados de pintar reproducciones, realizadas a tamaño casi original, de obras de Berruguete, Sánchez Coello, Ribera, Zurbarán, El Greco, Murillo, Velázquez y Goya, entre otros, para el Museo del Pueblo o Museo Ambulante.
El pintor conoció a Fe Sanz, quien había sido compañera de universidad de María Zambrano, en 1934 en Cuevas de Almanzora en las Misiones Pedagógicas en Almería. Y allí se enamoraron. Su historia fue corta pero intensa: en 1936 se casaron, en 1937 tuvieron una hija y en 1939 Fe murió en un bombardeo en Figueras casi terminando la guerra civil.
El famoso pintor realizó un cuadro de una Almería que le marcó la vida para siempre.
Luis Cernuda en Almería
Luis Cernuda Bidón participó en las Misiones Pedagógicas en Almería en la segunda incursión cultural de la provincia en 1934, con el Museo Ambulante. El poeta, junto a otros intelectuales, interpretaba y explicaba las obras. En estas misiones de exposición del arte conoció a Ramón Gaya, quien lo pintó tumbado en una playa de la costa almeriense.
De sus estancias en Almería con estos proyectos culturales durante la II República, se recogen cartas que escribía desde allí.
Carta de Luis Cernuda a Bernabé Fernández Canivell
“Mi querido Bernabé: estoy pasando unos días en este pueblo de la costa. Desde que me marché de Málaga he hecho dos visitas al mar; una en Cádiz, a principios de año, y otra hora, aquí. Por más, que me olvido que hace ya una semana estuve en Almería. Es decir, que son tres visitas. Y no sé cómo olvidaba esa de Almería, porque la ciudad me gustó, en cierto sentido, más que Málaga. ¿Conoces tú Almería? Pocas cosas conozco tan graciosas, amables y de buen recuerdo. Es muy probable que pase allí algunos días de los primeros de abril.
Vine aquí esperando encontrar sol, pero sólo me he bañado, hasta hoy, una sola vez. En este momento que te escribo llueve lo bastante para no poder salir a la playa y ver el mar, por un tiempo así, como yo no lo conocía. Entre el ruido de la lluvia, el viento y de las olas tengo una buena música para acompañar esta carta. ¿La oirás tú como eco al leerla? Desde las ventanas de la espalda de la casa en que vivo y desde la azotea veo un trozo de mar gris y verdoso. No me parece el mismo mar de este verano ahí en Málaga.Pero basta de disgresiones, Bernabé; no abusaré de tu amistosa paciencia».
Garrucha (28 de marzo de 1934).
Fuentes:
– Web Misiones Pedagógicas.
– Aldehuela-Serra, Carmen. ‘Las Misiones Pedagógicas en la provincia de Almería (1933-1935)’. Congreso sobre Republicanismo (7º. 2013. Priego de Córdoba). Diputación Provincial de Córdoba, 2015, pp. 253-269. Volumen: Republicanismo, cultura política e ideología.
– Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.