Almería es una provincia de contrastes y, aunque destaca por sus paisajes áridos, esconde lugares con zonas de montaña repletas de naturaleza. Laujar de Andarax es un pueblo que es conocido por sus alicientes naturales, pero también por su historia y su gastronomía, macerada con vino de la zona.
Considerada la capital de la Alpujarra almeriense, Laujar de Andarax cuenta con restos de poblados neolíticos. Sin embargo, será durante las edades del Cobre, el Bronce y especialmente durante la ocupación romana de las que se encontraron abundantes restos arqueológicos relacionados con la explotación del plomo en la Sierra de Gádor.
Su historia brilla especialmente si nos asomamos a su etapa hispanomusulmana, tiempo en el que este municipio se conocía por ‘El Auxor’; caverna en la montaña y ‘Andaraj’; era de la vida. Fue en esta época cuando se convirtió en capital de la taha de Andarax, una división administrativa de época nazarí que agrupaba una serie de alquerías o barriadas dispersas en el territorio del Alto Andarax.
La época cristiana comenzó en Laujar con revueltas, fruto de la llegada de los colonos cristianos y de los procesos de conversión a esta religión. Un conflicto que desencadenó en la Guerra de las Alpujarras entre los años 1568 y 1571, suponiendo el último coletazo entre conquistadores y conquistados.
Todo lo que ha vivido este territorio, se manifiesta en su realidad actual, y hoy el entorno natural, el turismo rural y el vino sostienen la economía de esta localidad que tiene mucho que ofrecer.
Prueba de ello son la variedad de lugares y rincones que nos muestran su rico patrimonio artístico y monumental. La Iglesia de la Encarnación conocida como ‘la Catedral de La Alpujarra’; de estilo mudéjar y barroco, la Ermita de la Virgen de la Salud, el Convento de San Pascual Bailón, restos de una alcazaba árabe de los siglos XIII – XV, la Casa Señorial de la familia Moya (s. XVIII), la Casa del Vicario del mismo siglo que la anterior, entre otros.
El agua, fuente de vida
El agua es imprescindible para la vida, también para la de este municipio que cuenta con abundantes fuentes de distintas épocas conocidas como pilares. Resulta fácil encontrar estas fuentes gracias al plan que ha creado el ayuntamiento de Laujar de Andarax, por el que han diseñado un camino en el suelo que te guía por sus calles estrechas llenas de encanto. Algunos de los pilares más representativos son el Pilar del Calvache; también llamado ‘Pilar Seco’, el Pilar de la Plaza Mayor o el Pilar Barandilla entre otros.
El agua nos dirige también hacia entornos naturales como el Área Recreativa el Nacimiento, una zona de barbacoas en un desfiladero a unos 3 o 4 km del centro de Laujar de Andarax. Desde allí salen varias de las rutas de senderismo de las que encontramos en este municipio. Nos gustaría destacar la Ruta Hidroeléctrica de Laujar, que parte de esta área y cuyo recorrido se puede realizar en dos direcciones. También sus atractivos paisajes de viñedos y bosque, enclavados en el Parque Natural de Sierra Nevada, y en los que se baña el río Andarax.
De la vid a tu copa
Este líquido tan preciado nos lleva también a la gastronomía de este lugar, y es que ya decían que “el agua y el vino son elixires de la vida”. En Laujar se elabora esta bebida que anteriormente los agricultores fermentaban en bodegas particulares, y lo vendían a granel a la zona costera de la provincia. Sin embargo, actualmente su sector vitivinícola se encuentra en pleno auge, con una extensión de más 800 hectáreas dedicadas al cultivo de la vid. El impulso emprendedor de las cooperativas de la zona ha permitido determinar qué variedades de uva se adaptan mejor a estas tierras, e incluso se ha comenzado a producir vinos espumosos.
Este buen vino se disfruta acompañado de su rica gastronomía. Como sucede en otros municipios de la zona, el popular Plato Alpujarreño es de lo más conocido en las cartas. Sin embargo, otros platos como el choto al ajo cabañil, el pimentón o el guiso con garbanzos, dejan entrever sus raíces árabes.
El toque dulce
Pero posiblemente la joya de la corona de su gastronomía está en los postres. Y es que Laujar de Andarax tiene la fama de tener unos mantecados de calidad superior. Sus dulces típicos tienen una clara influencia árabe y podrás conseguir, además de mantecados, roscones de sartén, soplillos, rosquillos de vino, borrachillos… Demasiados para una sola escapada así que, si te decides a visitar Laujar, seguramente tengas que volver.