El cielo, el infierno. Dios, el diablo… una señora con rulos y un rodillo de cocina en la mano con actitud amenazante. Adán y Eva. Condones. Un meteorito chocando a miles de kilómetros por hora contra el planeta tierra. Hipatia, Newton, Einstein, Copérnico, Galileo, Kepler, Santo Tomás de Aquino, Nietzsche, Einstein. ¿Qué le echaba toda esta gente al café? ¿Qué nos lleva a pensar que todo cuanto hay en el universo está sometido a la invisible ley del eterno retorno? ¿Volverán a ponerse de moda las chaquetas de pana, la pata de gallo, las corbatas de Luis Aguilé, las patillas Victorianas, el miriñaque, el walkman, mandar cartas por correo ordinario? ¿Qué necesidad de volver a las ruinas, a aquello que fue nuestra casa? ¿Volverán las oscuras golondrinas sus nidos a colgar? ¡¡No, no volverán a colgar sus nidos las oscuras golondrinas!! ¿Dónde coño van a colgar las oscuras golondrinas sus nidos, en los rascacielos de Abu Dabhi, en todas las promociones de viviendas abandonadas de Seseña, en el edificio de cristal de la escuela de aparejadores? ¿Dónde coño van a colgar las golondrinas sus nidos, en mi capullo? ¿Habrá nidos en el futuro, es más, habrá golondrinas? ¿Volverán los oscuros golondrinos mi calzoncillos a poblar? ¿Por qué pensar que todo es cíclico y todos los actos se repetirán eternamente? ¿No tuvimos bastante con las canciones de Manolo Escobar, con los telediarios de Carrascal, con los programas literarios de Sánchez Dragó? Pensar que el universo arderá en llamas y de sus cenizas nacerá un universo exactamente igual no llama precisamente a la relajación ¿Es necesario un renacimiento de la polka, de la lámpara de aceite, del tiro de mulas, de los dientes de oro, de los ojos de cristal, de los profilácticos hechos con tripa de cerdo? ¿De verdad necesitamos ser vagabundos en un eterno dharma? ¿Necesitamos la vuelta de galerías preciados, del polo flash, de los peta zetas? ¿Necesitamos a María Luisa Seco convirtiendo los programas infantiles en parvularios jardines del suicidio? ¿Quién quiere escuchar de nuevo las baladas de Roberto Carlos, hay algo de positivo en el corte de pelo a la taza? La ciencia no puede, no debe, contestar a todas estas cuestiones que van más allá del descubrimiento de civilizaciones extraterrestres mucho más inteligentes que la nuestra, civilizaciones que dejaron atrás la franela hace eones de tiempo, civilizaciones que ya no calientan el café con leche en un cazo, civilizaciones que comprendieron hace mucho que la calvicie es un síntoma de modernidad.
Sin duda alguna las tormentas solares y el incremento de la población generarán gravísimos problemas de hidratación en el futuro.