La Escuela de Arte Dramático y Cine de Almería ya ha comenzado el nuevo curso y los alumnos empiezan con gran emoción las nuevas clases que se realizan en el Teatro Cervantes. Después de hablar con Ricardo Arqueros y Mercedes Dato, la profesora Keka Manzano, habla de las asignaturas que imparte y de la situación actual que está viviendo el sector del cine, del teatro y del baile.
- Keka, un año más, vas a ser una de las profesoras que enseñarán a las futuras promesas del cine y del teatro, en el nuevo Curso de la Escuela de Arte Dramático y Cine de Almería ¿Cuáles son las asignaturas que impartes? ¿en qué consisten?
«Mis asignaturas son danza y música. La primera, es una asignatura anual con la que trabajaran sus tres años de formación académica. Los alumnos tienen que asimilar los conceptos corporales a través de la psicomotricidad, corrección postural, el lenguaje y pautas de la danza clásica.
Los estudiantes tienen metodología grupal e individual de la danza, dependiendo de sus épocas históricas
En el tercer año, reciben directrices coreográficas para que tengan la capacidad de poder solventar proyectos escénicos que necesiten de movimiento. De esta manera, tienen la capacidad de que poder dirigir su potencial en escena con el mayor enriquecimiento que puedan aportar.
Porque el actor es cuerpo, voz, emoción y emisor constante de todo lo que nos rodea en la vida. Hay que saber proyectar y darle valor con cada parte de nuestro ser.
La asignatura de música está orientada a las artes escénicas. Conseguir la capacidad de asimilar el lenguaje musical, con sus ritmos, solfeo, entonación en la lectura de notas y la historia es la base de todo.
Es necesario darles una enseñanza donde cada pauta sea construir a ese artista que es, para que no haya más barreras en su trayecto. Deben aprender a luchar por superarse, que ya es mucho».
Proyectos de futuro
- ¿Tienes algún proyecto planeado en este curso para los nuevos y antiguos alumnos?
«Cuando empecé a impartir clases en esta escuela, una de las cosas que la hacían era el programa de estudios. Dirigir las enseñanzas al mundo profesional, o por lo menos abrir «puertas y ventanas», y visualizar si se podía «proyectar» al artista. ¡Sin duda, todo un sueño formar parte de la historia del Teatro Cervantes de Almería!
Queremos abrir el campo que hay con la unión artística tan potente entre bailarines, actores, cantantes, músicos, diseñadores escénicos, audio-visuales, poesía, lengua de signos…
Conseguir espacios escénicos donde poder transmitirlo en micro- espacios y en formato teatro, que es donde impartimos nuestros estudios.
De toda esta afluencia, nació mi primer proyecto “Con tacto«, que contó con el elenco de nuestros actores y actrices en unión con maravillosos artistas del gremio de las artes escénicas.
Siempre con el punto de mira puesto en darles cabida en espacios escénicos (teatro, microespacios, a pie de calle…), visibilizar al artista en cualquier programa cultural almeriense.
Por ejemplo, desde las propuestas culturales del Ayuntamiento (como la noche en negro, programas de carnavales, …) propuestas Universitarias, en los ciclos de artes escénicas contemporáneas de la oficina (Territorio Teatro), y por supuesto, en su Casa».
- ¿Todo el mundo puede aprender a bailar, hay algún truco?
«Todo el mundo puede aprender a hacer todo lo que se proponga, porque donde hay pasión por algo siempre hay buenos resultados.
Yo vivo la danza en cada programa a través de diferentes cuerpos, diferentes edades del artista y diferentes aptitudes físicas. Todo el que entra en un aula de danza, hay que darle la plena convicción y motivación de que bailar es sentir la confianza en uno mismo, en que siempre hay algo mas en tu cuerpo que explorar.
Mostrarles el conocimiento de poder controlar su cuerpo para no lesionarse, además de, enseñarles que el aprendizaje es una lucha continua para sacar lo mejor de uno mismo al servicio de la expresión artística.
Puede que el truco sea confiar en que lo que hacemos, es algo que nos lleva a ser nosotros mismos».
“No hay nada más poderoso que el lenguaje corporal”, Keka Manzano
- ¿De dónde viene tu amor por el baile, cómo empezó todo?
«No creo que sea amor, creo que es necesidad, sabes que forma parte de ti, de lo que te define y lo que te completa. Es identidad.
Puede que esta mentalidad que tengo en mi vida venga intrínseca a través de lo que me rodeaba. Desde que tengo uso de razón, las mejores reuniones en casa no eran verbales, siempre tenían un piano que sonaba antes y después de comer (venían a tocarlo mi tía, mi hermana o amigos), voces cantando, porque en la familia quien mas y quien menos, estaba en un coro o formaba parte de alguna orquesta de cámara.
Mientras tanto, yo bailaba, cantaba…. solo por la emoción que me producía, sin pautas, sin miedos…como un lenguaje más de una misma. Se dice que una persona es el fruto del entorno en el que vive. Danzar me hace libre y también, creo, que más humana».
El futuro de los nuevos artistas
- ¿Qué momento vive la danza actualmente en Almería? ¿ha cambiado en los últimos años?
«Bueno….todos en nuestras ramas profesionales querríamos ver más de lo que se muestra, eso es inevitable pensarlo.
Pero también creo que deberíamos primero educar al público en la necesidad de dar visibilidad a las artes escénicas como programación cultural más consolidada y necesario.
A veces, no se les da toda la importancia desde los centros públicos y privados a incentivar al pequeño público. Conseguir que los más pequeños deseen ir más al teatro o danza.
Sin embargo, son las empresas privadas las que intentan luchar porque siempre haya una afluencia de programación, afrontando todos los costes para que puedan ver la «luz». El pequeño público es el que tiene que cambiar esa visión de hoy.
Yo hice una tesis de fin de carrera en la Universidad sobre ello, haciendo el estudio en Barcelona. Siempre he creído firmemente que, la danza debería ser una parte más del sistema educativo, como rama de las artes escénicas tan necesaria en las enseñanzas escolares. Si conseguimos educar y luchar por un hueco en ello, la danza formaría una parte mas inclusiva y necesaria en nuestras vidas, y por lo tanto, mas latente.
Aun así, creo que poco a poco nos estamos acercando. Hay buenas propuestas que empiezan a movilizarse con muy buena gente, luchando para que eso suceda y una bonita cantera de bailarines en Almería. Esta lucha es de todos, y me siento una luchadora más».
Hay mucho arte escondido
- ¿En qué momento te diste cuenta que no solo querías bailar, sino también, hacer bailar a los demás?
En realidad, en ese aspecto no creo que nadie pueda hacer bailar a los demás, creo que estamos para apoyar a quien quiere hacerlo.
Estamos cargados de muchas energías, de mucho que queremos contara través del movimiento: hay mensajes que solo se pueden expresar a través de ellos. A veces, son bailes nupciales con historias muy personales; danzas de improvisación, dónde se mueven por sus propios biorritmos.
En otras ocasiones, dirigir a bailarines„ es darles una via de escape mental y física a cosas, sensaciones o historias que no se han parado a sentir.
Conseguir sacar eso de los demás, que lo compartan y lo vivan, sin duda, eso es lo más gratificante de hacer bailar a los demás. Porque hay mucho arte escondido y mucho que contar y ser contado.
Además de ser profesora en el EADCA, te hemos visto en otros muchos escenarios, ¿cuáles son los que destacas?
Todos los escenarios son destacables, tienen la magia desde el momento en el que se enciende el primer foco, hasta que se apaga éste y se enciende el patio de butacas.
Empezando por el Maestro Padilla, que era la sede de todas las actuaciones que se realizaban durante mis estudios en el Conservatorio Profesional de Danza de Almería.
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