Así se juega a ‘El juego del calamar’ en una repostería de Almería

Un negocio de la calle Dr. Domingo Artés ha trasladado una prueba de la serie coreana a su pastelería

El éxito a nivel mundial de la serie coreana de ‘El juego del calamar’ ha traspasado las pantallas y ha llegado a una repostería de Almería. La serie narra la historia de cientos de personas que deciden convertirse en jugadores de «juegos infantiles» de supervivencia mortal para tener la oportunidad de ganar una gran cantidad económica. Aquellos que no superan las pruebas son ejecutados.

Uno de los juegos que se desarrolla en un capítulo es el de las galletas. Se trata de un dulce típico coreano que recibe el nombre de Dalgona y que sigue una tradición. Las galletas llevan dibujadas en el centro distintas figuras y el objetivo consiste en comerlas consiguiendo sacar las formas sin romperlas. En la serie de Nexflix se puede ver cómo los participantes realizan el juego apartando la estrella, el círculo, el paraguas y demás elementos delineados, con la ayuda de una aguja. Al tratarse de una galleta de azúcar algún jugador opta por chupar su alrededor y sacar la figura pero en el juego que han creado en Repostería Mónica esta táctica es un poco complicada de llevar a cabo, puesto que son galletas de mantequilla.

El juego en la repostería

La idea de trasladar este juego a la repostería fue de los amigos de Mónica Ruiz, gerente de la pastelería: «Tengo amigos, que precisamente no son niños, y me dijeron que por qué no hacía el juego del calamar en galletas y me mandaron unas ideas».

Después, ella le dio una vuelta y pensó en cómo crear su propio juego. Finalmente decidió hacer un pack de cuatro galletas de mantequilla con las figuras de un círculo, un triángulo, una estrella y un paraguas, y acompañarlas de unos palillos para afrontar el reto. «Mi vecino se ha llevado uno y me ha dicho que su niño ha conseguido sacar el círculo. Estuvieron jugando desde las 12 de la mañana hasta las 19:00 de la tarde», asegura la repostera.

Juego de Repostería Mónica

Es una recreación complicada pero, tal y como nos cuentan en la pastelería, si se hace con cabeza y tranquilidad se puede conseguir. Y si no se consigue pues no pasa nada, porque el resultado dista mucho de la realidad de la serie. Las únicas ejecutadas son las galletas cuando llegan a la boca y se mastican después de haber pasado un rato siendo «apuñaladas» con los palitos.

Esta versión del juego del calamar que permite pasar un buen rato solo o acompañado, y después llenarse el estómago, se puede encontrar en la calle Dr. Domingo Artés 17 y está gustando mucho a los almerienses. «Es raro el día que no viene alguien y dice que quiere uno. Yo me quedo alucinada de cómo una serie se traslada a la vida real de esta manera», aclara Mónica Ruiz.

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