El Indalo es un símbolo que se ha prestado a estar casi en cualquier lugar de Almería: rotondas, vallas, cerámicas, colgantes, incluso hay atrevidos que se lanzan a inmortalizarlo en forma de tatuaje. Pero ¿y si te decimos que te puedes comer un Indalo? Pues sí, porque los indalotes no son indalos malvados.
Los Indalotes son un dulce almeriense que tiene la forma de esta figura rupestre de la suerte. Se elaboran de forma artesana en un obrador de gran tradición en Roquetas de Mar. Se trata de la pastelería Cruz y García, un establecimiento que comenzó su andadura en 1974 y que emplea productos de calidad para fabricar estos souvenirs comestibles de los que disfrutar todo el año sin necesidad de viajar.
Indalotes de naranja y almendra
Además, no solo son almerienses por su forma, sino que están elaborados con productos de la zona. Naranja del Andarax y almendras de la Alpujarra en una masa con forma de nuestro símbolo más tradicional. Aunque también los hay de chocolate para aquellos que quieren un extra de dulzor.
Ningún Indalote es totalmente igual que otro. Esto se debe a que están hechos de manera artesanal, cortados con un molde de metal y pintados a mano para darles ese aspecto de color naranja o de chocolate en su defecto.
Si vienes de viaje a Almería o eres de la ciudad y quieres hacer un regalo original, una caja de Indalotes puede ser la opción perfecta. No importa los días que pasen, ya que se conservan con la textura perfecta hasta tres meses.
Si te animas a probar los Indalotes, Cruz y García tienen tres establecimientos propios ubicados en Aguadulce, Roquetas de Mar y en la zona de la «Urba». Y si se te escapa el tiempo y no llegas para ir a buscarlos, los Indalotes te esperan en el aeropuerto, para que no te vayas de Almería sin el souvenir más original.
Si te gustan los indalotes y otras cosas del comer, visita nuestra sección de Gastronomía.