En el año 1966, en pleno movimiento hippie, el matrimonio danés, Paul y Beatrice Beckett, después de haber viajado por gran parte de España, decidió mudarse definitivamente a Mojácar. Él era pintor, estudió Bellas Artes. Ella se formó como terapeuta ocupacional y restauradora (vocacional). El sueño de aquella pareja era promover el arte, así que unos años después se pusieron manos a la obra. Compraron una finca con una antigua almazara y un viejo molino de aceite en un terreno plantado con naranjos y palmeras junto a la singular montaña de Mojácar ‘la vieja’. Lo reformaron y convirtieron aquel lugar en una residencia que acoge a artistas de todo el mundo, donde pueden concentrarse exclusivamente en su expresión artística. Además crearon la Fundación Valparaíso, llamada así porque Beatrice nació en Valparaíso (Chile) aunque desde muy pequeña vivió en Dinamarca.
Cada año, desde 1999, se celebra el Premio Paul Beckett de Poesía, con 4.000€ para el ganador y la edición del libro premiado en la colección Beatrice. Los miembros de los diferentes jurados que han participado a lo largo de todas estas ediciones son académicos de la Real Academia de la Lengua Española, poetas, escritores u otros personajes cualificados para valorar a los cientos de participantes procedentes de España, América e incluso de varios países Europeos. ¿Te gusta escribir poesía? Ya está abierta la convocatoria para el XXII Premio Paul Beckett de Poesía. Puedes consultar las bases aquí.
La Fundación Valparaíso concede otros tres premios más, que abarcan los ámbitos de pintura, música y teatro.
La luz que se demora
“La luz que se demora” (en la Colección Beatrice) es el poemario con el que Sara Carmona Lladó, Licenciada en Humanidades, obtuvo el XXI Premio Paul Beckett de Poesía en 2020. Se estructura en cinco apartados llamados Lumbre, Fuego, Candela, Ascuas y Sol.
“Y así es como amaneces
tras el presentimiento de la aurora
acaparando el sol y las mañanas
como un acto de fe o un firmamento
de donde no saldremos porque amar
es el fin de la historia
y su principio”.
“Como una partitura o como un bulbo
sobre un clamor total
el corazón lejano posiblemente bueno
descubre la belleza
del azar de estar vivo.
Todo es espacio y aire
todo es de aire, soy
un ser desmesurado ante la duda
con palomas ausentes en los brazos.
Todo es de aire, y soy
un ser desmesurado que se ubica
donde la libertad tiene sentido
en un lugar del pecho a mano izquierda”.
“Con tres años de vida
(Dedicado a su hijo)
y diez dientes de leche de mi pecho
vienes sembrando el sol.
La palabra en tu boca contiene más verdad
que un campo de romero en primavera.
Los árboles, dijiste, sí que saben volar
porque llevan los pájaros encima”.