Más de dos siglos tienen algunas de las piezas de artesanía que Francisco Robles conserva en su casa, él mismo nos lo ha contado cuando el equipo de Almería is Different se ha desplazado hasta su hogar para conocerle. Al llegar, Robles nos ha recibido con los brazos abiertos (eso sí, saludándonos con el codo) y deseando enseñarnos todas las piezas antiquísimas que tiene en su poder. Muchos de los artículos elaborados por él y otros que le han ido regalando.
Con tan solo siete años el artesano comenzó a hacer artículos de barro, era una tradición de familia y tenía que ganarse la vida. «Ahora no quiero ni hablar de eso porque la costumbre se ha perdido, ya no se hacen las piezas que se hacían antes. Hoy la cerámica fina la trabaja todo el mundo, pero lo que yo tengo no tiene precio, la cerámica de barro ya no existe», añade Robles.
Además, Francisco Robles ha sido el precursor de las ferias de cerámica en Almería y ha realizado otras muchas a lo largo de España, llevando gran cantidad de ideas. Era en estos encuentros en los que él se presentaba con un torno para que los alfareros hiciesen demostraciones y enseñaba a la gente su labor. También algunos de los asistentes regalaban a Robles productos o hacían intercambios.
Regalos a la Familia Real
El nombre de Almería siempre era su marca de identidad en cada provincia o pueblo que visitaba. Creó un botijo con un indalo que llegó a manos del rey emérito Juan Carlos I de España y, de hecho, fue él mismo quien se lo entregó. También le regaló uno a la Infanta Elena en un concurso de hípica.
El artesano está a punto de cumplir los 90 años y quiere celebrarlo con todos los almerienses entregando sus reliquias al Ayuntamiento para que este pueda ponerlas a disposición de la provincia y que todos disfrutemos de ellas.
Robles destaca que tiene mucho cariño a cinco piezas elaboradas por mujeres que ya han fallecido: «son muy especiales porque era no era muy normal que una mujer hiciese esto».
Otra de las obras que señala es una que tiene más de dos siglos y que llegó a sus manos porque un hombre en una feria le dijo que no sabía qué hacer con ella y Robles le contestó que a él le hacía mucha ilusión tenerla, así que se la regalo.
Cientos de artículos de barro, que Francisco Robles espera poder verlos expuestos algún día en Almería.