Para los que dicen que Almería es una zona seca sin vegetación, deberían conocer alguna de las praderas de posidonia oceánica que habitan en nuestros mares. Se trata de una planta acuática con presencia en el Mar Mediterráneo, y que encontramos en Almería en grandes cantidades. Una especie cuyo residuo se puede aprovechar como alternativa al uso de plásticos.
Nuestros mares arrastran restos de esta planta marina que llegan a las playas al final de su ciclo de vida. Vemos las orillas cubiertas de lo que llamamos “algas” pero que, realmente, es posidonia oceánica. Un estudio de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) ha demostrado que se pueden producir envases biodegradables a partir de estos sedimentos.
Un proyecto que pretende poner en valor un residuo que abunda en la provincia. Su limpieza corre a cargo de los ayuntamientos de las localidades con costa, lo que supone un gasto para estos.
Se trata de una alternativa sostenible al uso de plásticos sintéticos. Lo consiguen a través de la optimización de la obtención de celulosa procedente de la biomasa vegetal de la posidonia.
Posidonia: alternativa sostenible y económica
La metodología ha sido desarrollada por el grupo de investigación de envases del departamento de Conservación y Seguridad Alimentaria IATA, consiguiendo un resultado para sustituir a los plásticos sintéticos, no solo más sostenible sino más económico que otras opciones del mercado.
Las alternativas que encontramos en el mercado de envases biodegradables están producidas mayoritariamente a partir de alimentos como las patatas, el maíz o la caña de azúcar. Estas opciones por lo que son más costosas. De este modo, el estudio abre un campo para la comercialización de envases biodegradables que resuelve los problemas de los nombrados anteriormente.
Una iniciativa valenciana pero perfectamente aplicable en la provincia de Almería y cuyos resultados permiten el uso de residuos como materia prima que crea una nueva generación de bioplásticos.