A todos nos gusta nadar con delfines, verlos desde un barco… pero ¿trabajar con ellos? Luna Peña es una joven almeriense entrenadora de delfines y de leones marinos.
A continuación, no te pierdas el vídeo donde podrás conocer con mucho más detalle todo lo que hay detrás de esta profesión.
- ¿Cómo surgió la idea de dedicarte profesionalmente a entrenar animales marinos, en especial delfines y leones marinos?
“Siempre he sido amante de los animales y desde muy pequeña quise ser entrenadora de delfines y lo he conseguido. Empecé a estudiar Ayudante Técnico Veterinario junto con Adiestramiento Canino y me especialicé en mamíferos marinos como auxiliar.
Tras finalizar mis prácticas, me di cuenta que realmente era mi vocación y decidí ir al extranjero. Arriesgué y me fui a República Dominicana para profundizar en la práctica con los delfines, ya que en España me resultó muy difícil.
Después de estar tres meses aprendiendo y haciendo programas con gente del todo el mundo, me ofrecieron un contrato para entrenar delfines nuevos en el sur de Turquía.
Tras finalizar mi contrato, sabía que esa empresa no cubría mis expectativas profesionales y personales, por lo que decidí volverme a España.
- ¿Cómo se entrena a un delfín?
“Realmente es un proceso largo y constante que se debe fragmentar. Hay que tomar como base el condicionamiento operante, vulgarmente conocido como «refuerzo positivo«, en el cual, se premia al delfín con un refuerzo primario, que es pescado/comida, y se ignora los comportamientos que no deseamos.
Esta es la base para la gran mayoría de entrenamientos con animales, pero existen otro tipo de refuerzos secundarios (caricias, juguetes, etc). Es todo un mundo.”
Más que una entrenadora de delfines
- ¿Cuáles son los ejercicios más fáciles de aprender y cuáles los más difíciles?
“En los primeros comportamientos con los delfines, intentamos que adquieran rápidamente los comportamientos médicos. En otras palabras, la base empieza con poder desensibilizarlos a que den voluntariamente cualquier parte del cuerpo. Como, por ejemplo, la cola para una muestra de sangre, o simplemente que mantenga la boca abierta para poder inspeccionar los dientes, abrir el espiráculo, etc.
Las conductas más difíciles de aprender pueden ser, por ejemplo, un salto en tirabuzón a cierta altura. Ya que requiere una fragmentación del mismo, primero el salto, hasta donde tiene que saltar, donde, etc.”
- ¿Qué pasos deben de seguir los que quieran dedicarse a tu profesión? ¿Algún consejo?
“Si tienen la oportunidad de estudiar biología, veterinaria o similar. Y después, si vuestros padres poseen poder adquisitivo y pueden pagaros algún master en etología, o en academias privadas con cursos enfocados al cuidador de núcleos zoológicos, etc.
Y lo más importante, paciencia y muchos contactos.”
- ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
“Mi próximo proyecto posiblemente sea en México o el Caribe, ya que en España solo hay actualmente 12 parques. La difícil situación para muchos jóvenes profesionales es una realidad. Me está resultando difícil optar a entrevistas en los mismos, cosa que no me ocurre en el extranjero.”