Me presento…
“Hola soy David y vivo en Almería. De pequeño me preguntaba: ¿Qué me pasa? ¿Por qué no soy como los demás?. Un día, comiendo, mis padres me explicaron que tenía el Síndrome de Williams. De repente, me sentí aliviado. Ya no tenía que cargar con todo lo que no comprendía de mí, pensé: ‘Por eso soy diferente’. Y me sentí feliz. Conocí a personas con mi mismo síndrome, era increíble. Mi autoestima y la relación con mis compañeros mejoró. Me saqué la E.S.O sin repetir. En el año 2015 la ASWE (Asociación Síndrome Williams España) me ayudó a encontrar trabajo. Conseguí unas prácticas en Kiabi (Vícar) y después me contrataron. Ya llevo 4 años. Vivo en la capital y voy en autobús. También soy voluntario en una asociación, me gusta cuidar a las personas y me hace sentirme muy bien. Moverme me ha permitido conocer gente. Tengo amigos que no tienen ninguna discapacidad y amigos que sí, con todos soy uno más”.
Afán de superación
Actualmente David está esperando las notas de unas oposiciones de gestión y servicios comunes a las que se ha presentado recientemente gracias a la ayuda de una preparadora de ASWE. Su responsable en Kiabi declara: “Es un ejemplo de superación, trabajando y estudiando al mismo tiempo. Y un claro ejemplo de que cada uno de nosotros puede hacer lo que se proponga. A veces, lo único que hace falta es una oportunidad, y por ello, debemos seguir dándolas a través de la inclusión en el empleo”.
Cuando le preguntamos a David cuál era su consejo para las personas con Síndrome de Williams que quieran trabajar, nos contestó “En el caso de que tengan una oportunidad, que den lo mejor de sí y que se esfuercen por mejorar y aprender”. A nosotros nos ha dolido ese: “en el caso”, ¿y a ti?
Reflexionemos un poco tras leer esta historia…
¿Cuántos compañeros de trabajo tienes con discapacidad en tu empresa? O, ¿cuántas personas con algún tipo de discapacidad ves trabajando en los diferentes negocios? ¿Es responsabilidad de las instituciones públicas, de las empresas o de todos?
