Hoy exploramos la Cueva del Tabaco, una gruta excavada en roca sedimentaria de color blanco localizada en el municipio de San José. Y para ellos contamos con las recomendaciones y experiencia de Jorge Sánchez, un madrileño de corazón almeriense que lleva enamorado de esta provincia y su magia desde los años 80.
Jorge conoce a la perfección los rincones más especiales de Almería. Dedica su tiempo a realizar rutas en barco, 4×4, senderismo y fotográficas por Cabo de Gata, el Desierto de Tabernas y Sierra Alhamilla. “Durante las rutas hablamos de cine, geología, concienciación medio ambiental y paramos en lugares únicos para sacar las mejores fotos”. Así, Jorge nos habla hoy sobre la hechicería que esta Cueva y su entorno hace sobre cada visitante que allí acude.
Luz en medio de la nada
Se trata refugio perfecto para pasar un día a la orilla del mar en un espacio único en la zona. La distancia desde la cueva a la orilla es de unos cuatro metros y no existe riesgo de inundación, salvo de caso de temporales muy fuertes. Esto es debido a que la cueva da la espalda al viento de Levante y en el frente que da al mar con vistas al mismo, existe una pequeña cala con una barrera de piedras que hacen de barrera ante las olas.
De unos 20 metros de profundidad y 20 metros de ancho, esta cueva debe su nombre al contrabando de tabaco que tenía lugar en esta cavidad durante el pasado. Su interior se utilizaba para esconder el material tras cruzar el mar desde, normalmente, África hasta la costa almeriense.
El lugar era óptimo para esta actividad pues se trata de un punto geográfico bastante complicado de acceder y localizar. Toda la zona está envuelta en recovecos lo que ayudaba a que la visibilidad de la misma fuera más complicada. “Por supuesto, hay que entender que estamos hablando de otra época en la que la zona era muy poco pisada y menos visitada.”
La ruta
Jorge asegura que no existe ninguna señalización para llegar hasta la misma. Algo que le otorga ese factor sorpresa cuando el visitante la encuentra en medio de la “nada”.
Por ello, lo más seguro es tomar el camino hasta Cala Higuera desde San José. Una vez te encuentres con varias bifurcaciones donde se abre la Cala, deberás tomar el camino que se encuentra en el extremo derecho mirando hacia el mar. Aquí llegarás a un extremo sin salida. Es cuando deberás acceder a la Cueva bordeando la Cala del Tabaco por su lado más izquierdo, mirando al mar para llegar de una forma segura.
Jorge avisa que esta es una zona de dificultad media o alta en función de la persona, por lo que recomienda que si, una vez que han llegado allí no tienen la seguridad de descender hasta abajo, tomen una foto desde arriba y contemplen el entorno.
Otras recomendaciones
Si deseas pasar el día en la zona, lo más aconsejable sería que lleves calzado deportivo cerrado, además de agua, gafas de sol y crema solar. También es recomendables que lleves contigo comida, pues hasta que no llega el verano, el restaurante cercano no abre.
Las mejores estaciones del año para visitar la Cueva son invierno, primavera y otoño ya que, seguramente, te encontrarás solo en la cueva. ¡Así que aprovecha! “Si habéis llegado a la Cueva del Tabaco, os recomiendo visitar Cala Higuera, una playa de unos 200 metros de largo por 15 metros de ancho. El entorno es una maravilla. Los días de Levante el agua está clarísima, el viento no se aprecia y los atardeceres son únicos.”, añade Jorge.