La mañana del 29 de septiembre de 2006 recibió sepultura en el cementerio municipal de Pulpí el cadáver de Dolores P. de 36 años de edad. Fue asesinada la madrugada del miércoles 27 en su vivienda en esta localidad por su propio cuñado, Alfonso O. E., de 28 años de edad. El cuerpo agonizante de la víctima se encontró en la cocina de la casa con golpes en diversas partes del cuerpo y un profundo corte en la región cervical que la desangró totalmente falleciendo antes de que llegasen las asistencias sanitarias del 061.
Como consecuencia del luctuoso hecho, el Ayuntamiento de Pulpí suspendió el primer día de fiestas, que comenzaban oficialmente ese día, en señal de luto. La víctima, separada desde hacía tres años y madre de dos niñas de 3 y 9 años de edad, vivía en una zona residencial de Pulpí.
La puerta de la vivienda no estaba forzada y la hipótesis que barajó la Guardia Civil en principio fue el robo como el móvil del homicidio. Tras la detención del cuñado cinco horas más tarde de conocerse el crimen se diseminó esta suposición. También en esos primeros momentos de confusión se apuntó la posibilidad de un nuevo caso de violencia de género, extremo éste que se descartó enseguida ya que el ex marido con el que la víctima mantenía una buena relación se presentó de inmediato a la Guardia Civil para colaborar en todo momento.
Vecinos alertados
Unos vecinos de la misma calle dieron la alerta a la Guardia Civil ante los gritos y alaridos de la infortunada mujer procedentes de la vivienda y poco más tarde ver a la hija mayor de la fallecida, de 9 años, quien al ser auxiliada por uno de los vecinos manifestó que había visto a dos hombres en la casa y se tapó la cara porque tuvo miedo.
El cuerpo moribundo de Dolores se halló en torno a las siete menos diez de la mañana, aunque los autores entraron en la casa una hora antes. Uno de los vecinos fue quien dio la alarma tras despertarse por los gritos y ver a la niña en la puerta de la casa. De inmediato fue avisada la Guardia Civil y el servicio de emergencias sanitarias del 061. Desgraciadamente a la llegada de los facultativos la mujer presentaba una herida incisa contuso en la región cervical y había fallecido. No se descarta que el agresor hubiese intentado forzarla sexualmente e incluso que todo fuese provocado al negarse la mujer a facilitarle dinero a su cuñado.
Investigación policial
La investigación policial posibilitó que a primeras horas de la tarde fuese arrestado A. O. cuñado de la víctima, albañil de profesión y residente en Huércal-Overa. Este individuo estaba pendiente de juicio por agresión sexual a la hermana menor de la víctima (de 17 años) y había sido denunciado por su esposa en dos ocasiones por maltratador, aunque en ambos casos retiró la denuncia en el juzgado.
La Guardia Civil centró sus sospechas en este sujeto a raíz de las declaraciones de la niña mayor quien manifestó que se había despertado y salió a pedir agua a su madre. Los dos hombres- entre ellos su tío- le habían dicho que no estaba porque había ido a sacar la basura. La pequeña fue atendida por un vecino, que la cobijó hasta la llegada de las autoridades.
El detenido contaba con un amplio historial con el consumo de drogas y malos tratos en el ámbito familiar. Años antes intentó suicidarse ingiriendo herbicidas y padecía trastornos psiquiátricos. Según su mujer, la noche del crimen había consumido bastante cocaína. A. O. tenía algunos arañazos en los brazos posiblemente como consecuencia del forcejeo con su víctima.
El cómplice
Ante las pruebas presentadas por la Guardia Civil finalmente confesó el crimen. La investigación bajo el secreto sumarial prosiguió en relación con el crimen, tratando de verificar la existencia de otra persona al menos como encubridor presente esa noche en la casa del crimen y el 3 de octubre la Guardia Civil detuvo a José Antonio P. F. de 25 años de edad, primo de la mujer asesinada como coautor del crimen ingresando en el centro penitenciario de Acebuche.
Años más tarde, la Audiencia Provincial impuso una pena de 16 de prisión al autor material del crimen y absolvió al segundo procesado, para el que el jurado popular emitió veredicto de no culpabilidad.