No es la primera vez que escuchamos que la música afecta al humor y carácter de las personas. Los médicos aconsejan a las embarazadas ponerle música relajante al bebe, el uso de esta como terapia para enfermedades, sonidos que ayudan a la salud mental, para los animales y para controlar su ansiedad…
Si bien los sonidos armónicos les benefician, el ruido les causa estrés y perjudica su sistema inmune y su crecimiento.
Pues esto es lo que ha llevado a la práctica Jesús Rincón, un agricultor en El Ejido, Almería, a sus tomates.
Un sistema novedoso para favorecer el cultivo de su plantación.
Las sintonías clásicas son las que podemos escuchar en el invernadero de tomates, en especial, las notas de Mozart.
Según nos cuenta Jesús, el ambiente tranquilo y el efecto de la música clásica favorece el bienestar de la planta y por ende su crecimiento.