El Cerro de Montecristo de Adra: el yacimiento de una antigua ciudad fenicia

Los orígenes de Abdera se encuentran en esta zona del municipio que esconde un tesoro arqueológico

Por su clima, por su localización y por tratarse de una ciudad portuaria en la costa sur, siendo un importante centro de comercio Ibérico, Adra ha sido un enclave codiciado por numerosos pueblos desde los albores de la historia. Por ello, existen vestigios de la presencia de antiguos asentamientos humanos en estas tierras. También del legado cultural y artístico ligado a todas las civilizaciones que estuvieron en la zona.

El Cerro de Montecristo de Adra es un tesoro arqueológico para los investigadores y los amantes del pasado más remoto. Una tierra que llegó a albergar casas púnicas y restos de la época republicana romana, altoimperial y bajoimperial. Casi cincuenta metros por encima del mar, el cerro presenta una amplia secuencia cronológica, cuyos orígenes datan del año 770 a.C.

Su fundación por los Fenicios tuvo lugar allá por el s. VIII a.C, constatado en excavaciones arqueológicas, hasta la conquista musulmana. Así, los 100.000 metros cuadrados de esta colina de forma triangular fueron la ciudad de no solo de Fenicios, sino también de Púnicos, Romanos, Bizantinos y Visigodos. Está incluido como Bien de Interés Cultural, máxima figura de protección contemplada en la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz.

Las primeras excavaciones tuvieron lugar en los años 80 por Fernández Miranda. Se documentaron estructuras de habitación de época púnica y restos de una factoría de salazón romana de mediados del siglo XV antes de Cristo. En los 90 se llevó a cabo otra excavación arqueológica de urgencia en la ladera este del cerro, en la que se pudieron documentar restos de época fenicia que corresponderían a la antigua Abdera citada en las fuentes clásicas.

Puesta en valor

Fue ya en los 2000 cuando se realizó una prospección con radar que puso de relieve la existencia de estructuras urbanas fenicias e industriales romanas en las distintas áreas de estudio. Así, en 2006, se firmó un convenio entre la Junta de Andalucía, la Universidad de Almería y el Ayuntamiento de Adra. Se volvió a excavar bajo las directrices del arqueólogo José Luis López Casto y se hallaron restos cerámicos y orgánicos de la época como semillas, carbones y huesos que ayudan a dibujar la evolución de la agricultura y la ganadería durante el primer milenio antes de Cristo.

El análisis de algunos restos encontrados, como los cerámicos, confirmaba la presencia de un sector de población autóctona en las fases más antiguas de la colonia. También ratifica la presencia de un significativo comercio mediterráneo con importaciones griegas y cartaginesas en los siglos VIII a VI a.C. Los análisis han permitido reconocer dos producciones locales de pastas cerámicas. Algunas de las variedades pervivieron a lo largo de la vida de la ciudad fenicia asentada en el Cerro de Montecristo. Este hecho permitirá reconocer las exportaciones abderitanas en otras áreas del Mediterráneo.

Lo más reciente que se ha encontrado son restos de piletas de salazón y de un horno de la época. Fue en noviembre del año pasado cuando se avanzaba tanto en las excavaciones como en un nuevo acceso al cerro desde la carretera de La Alquería. Todo ello con un objetivo: la puesta en valor del Cerro Montecristo y la musealización de este yacimiento. Una visita sorprendente para conocer los inicios de una ciudad que se originó en este cerro, y es una de las principales de fundación fenicia, y también romana, de la Península Ibérica.

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