La semana pasada se la pasó entera en la Sierra de los Filabres tratando de conseguir las mejores fotos y vídeos de la sorpresiva e histórica nevada. La próxima estará en Noruega con el objetivo de inmortalizar en imágenes la belleza de la aurora boreal y otros fenómenos meteorológicos propios de los grandes lagos escandinavos. Hablamos de José Miguel García (Gérgal, 40 años), cazador de tormentas desde hace más de una década.
Asegura que en los últimos tres años ha hecho más de 100.000 kilómetros y que ha gastado miles de euros en una afición que le hace feliz, pero que es cara, solitaria y sacrificada. Cuando un cazador de tormentas sale a perseguir la presa soñada sabe que tendrá que lidiar con el cansancio, el hambre, el sueño, el frío, la soledad, los kilómetros de carretera, la ropa mojada, y, en muchas ocasiones, la frustración de no conseguir su objetivo.
Ha llegado a estar una semana fuera de casa, más de 22 horas seguidas bajo una lluvia intensa, e incluso ha pasado miedo en alguna ocasión como cuando el aumento en la fuerza de la tormenta y del viento le arrojaba con virulencia piedras de más de cuatro centímetros.
De nubes lenticulares a cencelladas
Pero la satisfacción llega cuando consigue estar en el sitio y el momento adecuado para ser testigo de la caída de más de 25.000 rayos en unas pocas horas cuando bajaba tras una tormenta de Teruel a Valencia, las nubes lenticulares sobre Almería el pasado otoño o la impensable cencellada (flores de hielo) en Calar Alto la semana pasada.
El fenómeno que se conoce como ‘cencellada‘ se produce cuando la temperatura cae por debajo de los cero grados y el punto de rocío está por debajo del de congelación. Las gotitas minúsculas de niebla se congelan sobre cualquier superficie que encuentren formando una especie de agujas de hielo blando, que se acentúan si hace viento. José Miguel García “pensaba que jamás podría grabar en España una cencellada de estas características, y menos en Almería”. Según relata es complicado que se den las condiciones adecuadas para unas flores de hielo con ese “color, esa cristalización opaca y espectacularidad” en la dirección. “Nevó mucho y se metió la niebla casi permanentemente con helada bajo cero, vientos flojitos con cambio de dirección que han provocado cristalizaciones ‘a fuego lento’, que son más habituales en zonas mucho más frías, como Laponia.
¿Ganarse la vida como cazatormentas?
Al cazatormentas almeriense le gustaría profesionalizar su afición y poder vivir de ello. A día de hoy ya le roba más tiempo que su profesión real, pero asegura que en España es muy difícil obtener suficientes ingresos con esta actividad. “Estamos a años luz de lo que pasa en Estados Unidos” y vimos reflejado en la película Twister. ¿Cómo puede ganarse la vida un cazatormentas? Con programas de TV propios, vendiendo licencias de uso a medios de comunicación, patrocinios, merchandising, libros, cuadros, fotos…
Está claro que es un trabajo que no puede hacer cualquiera. “Cazar tormentas es difícil. Te tienes que ubicar en un espacio que no conoces y en un tiempo que tampoco puedes acotar según lo que estés buscando. Hay una variabilidad enorme de factores que hacen muy difícil modelizar previsiones y que obligan a adaptar la cacería en tiempo real”, explica José Miguel. Hay que atesorar muchos conocimientos científicos y prácticos para “tratar de adivinar cómo se va a mover una tormenta y adelantarse a ella”.
De la Patagonia a la ruta del tornado Alley
En su maletero siempre lleva equipo de fotografía, de vídeo, raquetas de nieve, ropa de invierno y varias mudas, entre otros accesorios básicos para salir a la aventura. Sueña con poder cazar tormentas de verano en la Patagonia, hacer la ruta del tornado Alley en Estados Unidos, fotografiar los espectaculares paisajes helados de Islandia y con perseguir tormentas por diferentes países de Europa. En España, según cuenta, los mejores puntos están en Aragón, tierras de Albacete y al norte de la Comarca de los Vélez, hacia Puebla de Don Fadrique.
Las mejores formas de seguir la pista al cazatormentas almeriense es en Twitter, su red social favorita, o a través de su canal de Youtube o en su blog, ‘La Parada del Stormchaser’ que últimamente tiene algo desactualizado por falta de tiempo.
Fotos y vídeos de José Miguel García, cazador de tormentas.