El Cable Inglés de Almería es un antiguo cargadero portuario de mineral que se utilizó durante el siglo XX para trasladar hierro entre la estación de tren y los barcos del puerto almeriense. La estructura, que cayó en desuso en 1973, ha llegado a nuestros días como una importante muestra de patrimonio industrial de dicha época, un símbolo de la explosión minera y ferroviaria que vivía Europa.
La curiosa construcción de hierro, acero y hormigón es un muelle que eleva la cota en la playa de las Almadrabillas para aproximar la carga a los barcos, facilitando así su depósito directamente en la bodega de las embarcaciones. A través de un ramal ferroviario se conectaba con la cercana estación de tren de Almería, donde enlazaría con el resto de la red.
Cargadero portuario de mineral
En la actualidad, el Cable Inglés se conserva como un importante monumento portuario y está catalogado como Bien de Interés Cultural. Hoy en día es un elemento más de la línea de costa almeriense. Preservarlo es homenajear a una época fundamental en la historia económica de Andalucía y España.
El Cable Inglés de Almería tiene un hermano más moderno a apenas 500 metros de distancia. El Cable Francés es un segundo cargadero de mineral, en este caso de estructura de hormigón y una longitud mucho mayor, 313 metros que penetran en el Mediterráneo.
Cable Francés, más moderno y grande
El Cable Francés fue construido en 1920 en el entorno de la playa de San Miguel, también con el objetivo de facilitar la carga del hierro procedente de las minas de Alquife. Al tener un tamaño mucho mayor, el Cable Francés doblaba la capacidad de su vecino de hierro, alcanzando las 20.000 toneladas de carga.
Este segundo cargadero de mineral también continúa en pie en pleno litoral urbano de Almería. Una muestra más de la importancia que el sector minero tuvo en esta zona de Andalucía.
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