Bar Salitre, el templo de los adoradores de Baco

Lo mejor de Bar Salitre no lo vas a ver en las fotos. Hablo de su carta de vinos. Hasta 30 referencias por copas y el doble por botellas. Una selección que trata de romper con la riberitis y la riojitis que asola las barras locales. Vinos atrevidos, curiosos, divertidos, únicos y sobre todo variados. En Salitre tienen en cuenta la extensa riqueza del panorama vitivinícola español. Riqueza de regiones productoras, de variedades de uva, de climas y tipos de suelo. También algún coqueteo con referencias internacionales, que poco a poco, irá a más.

Su gerente, David Calderón, es un apasionado de los vinos generosos. Por eso no faltan referencias de finos, manzanillas, olorosos y amontillados, entre otras. Un templo para los que tenemos debilidad por los vinos de Jerez.

Bagaje y conocimiento

Los socios de Salitre tienen suficiente bagaje y conocimiento en el mundo del vino para no depender del catálogo de ningún distribuidor. Trabajan con varios proveedores entre los que se encuentran pequeñas bodegas con las que tienen relación personal. El resultado es que el cliente encuentra una selección que además de extensa, tiene una estupenda relación calidad/precio, lo cual van a saber apreciar los aficionados al vino.

Podrías pensar que esto debería ser así en todos los bares de Almería, pero la realidad es que no. La mayoría de negocios hosteleros locales tienen escaso conocimiento del vino lo cual deja las decisiones en manos de los proveedores, y por si fuera poco, el precio (bajo) es clave en la elección de referencias vinícolas.

Buena cocina con pinceladas de Asia

Y si el vino es el enganche para visitarlo por primera vez, su buena cocina es el complemento para volver una y otra vez. Se agradece una carta corta que garantiza calidad y rotación de la materia prima. Unas pocas tapas de cortesía (algunas con suplemento), varios pinchos especiales (de 2’80 euros a 4’60), y unos cuantos platos para compartir y tablas de embutidos y quesos (Máximo 20 euros). Los postres van cambiando día a día.

El jefe de cocina, Javier Guerrero, es autodidacta, viajero y lector incansable. Dice que está continuamente aprendiendo. Le atrae la cocina internacional, sus sabores, conceptos y técnicas. En la carta de Salitre se observa esa influencia internacional con cierta predilección por el recetario del sudeste asiático, “aunque apostando por sabores para todos los públicos”, subraya.

Entre sus tapas de cortesía no te puedes perder la Ensaladilla de gamba blanca, de una sutileza cautivadora. También convencen el intenso Brioche de guiso de jibia, la untuosidad de la Ventresca de aguja, los contrastes de la Tosta fina de mouse de berenjena y arenque ahumado y los exóticos Mejillones Nam Jim. Las Gyozas de pollo y verduras ganarían más con una salsa que no fuera la agripicante, que le roba todo el protagonismo al plato.

Con el Bar Bonillo a escasos metros han tenido los huevazos de incluir una tapa de “bravas”, pero tuneada. Se trata de las Patatas revolconas, inspiradas en el recetario extremeño-castellano. A diferencia de las bravas la salsa es de pimentón en lugar de tomate. Para seducir del todo, le falta un poco de panceta o torreznos.

Pinchos y platos para compartir

Entre los pinchos especiales tengo debilidad por la Vieira flambeada y el Bao de cerdo Pekín. El Curry rojo Thai de gambas y camarones hace justicia a la cocina en la que se inspira y tiene una presentación muy pictórica. También destacaría el potencial del Sándwich Club “al vapor”, que ganaría (frescura y adicción) con una apuesta más decidida por las hierbas aromáticas en su composición.

De los platos al centro tienes que probar la Ensalada de Burrata y pesto rojo, que es puro vicio. El secreto marinado al horno es para pedir varios platos seguidos. Otros como la Ventresca de atún o la Pata de pulpo y mojo de la casa destacan por la excelente calidad de la materia prima que usan. Pocos pulpos así te vas a encontrar.

Amor por los vinos y la gastronomía

Estas son mis sensaciones tras cuatro o cinco visitas a este bar de vinos que abrió sus puertas el 2 de julio. Detrás del proyecto encontramos a cuatro amigos y socios a los que les une el amor por los vinos y la gastronomía. Vienen de mundos profesionales bien diferentes (informática, arquitectura, química…) y juntos suman un poco de experiencia en la hostelería, pero es la primera vez que lo hacen como empresarios. Están convencidos de que su propuesta va a funcionar porque han montado el bar que les gustaría tener en Almería como clientes. Además, tres de ellos están al pie del cañón en la cocina y la sala de Salitre y el cuatro aporta su experiencia desde la distancia en el bar Casa Lola de Málaga.

Como todos los bares nuevos, tienen cosas que pulir todavía, pero ellos lo saben. ¡Larga vida a Salitre Bar de Vinos!

Salitre Bar de Vinos 
Calle Granada 8, Almería 
Teléfono de reservas: 950 670 326 
Cierra domingos noche y lunes 

Texto y fotos de Curro Lucas.

Si te interesan los bares de Almería y otras cosas del comer, visita nuestra sección de gatronomía.

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