Hablamos con Rafael Amor Acedo, presidente de la Asociación Profesional de Trabajadores Autónomos de Andalucía (ATA – Andalucía), para conocer cuál es la situación de los autónomos de Almería en los tiempos que corren. Esta organización representativa de los trabajadores autónomos con sede en todas las provincias andalucía, ofrece asesoramiento e información a toda aquella persona autónoma o emprendedora que lo necesite.
Rafael Amor asegura que, en la actualidad, la situación de los autónomos es muy dura. Según los datos que manejan desde ATA, de aquellos trabajadores autónomos que se adentraron en marzo con sus negocios, “un 75% han cerrado a cal y canto, mientras un 25 % mantiene su actividad a duras penas”. Para el portavoz de ATA, el colectivo de autónomos no consigue sacar fruto de sus esfuerzos por las continuas restricciones que a día de hoy siguen limitando sus oportunidades de negocio.
Coraje en tiempos de pandemia
Según Rafael Amor, en lo diez primeros meses del año 2020, han sido 7.564 almerienses los que han causado la baja en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y “8.377 las que han tramitado su alta, es decir, el saldo es positivo (+813)”. Así, el presidente constata que los autónomos almerienses están sobrellevando con mucha valentía estos tiempos. “Más si tenemos en cuenta los datos del mismo período de tiempo del año anterior, en el que se dieron 9.084 bajas frente a 9.702 altas”.
En este sentido, el presidente ATA-Andalucía subraya que los autónomos almerienses han recibido el apoyo de diversas instituciones. Entre ellas se encuentran el Ayuntamiento y la Diputación de Almería, mediante el Programa Reactiva 20 y el Programa Reconecta respectivamente. “También algunos ayuntamientos han apoyado a los autónomos de diversos pueblos de Almería como Roquetas de Mar, Vera, Cuevas de Almanzora, Albolote, Berja, Pulpí, Adra, etc”.
Desde la Junta de Andalucía “se han movilizado recursos como nunca se había hecho antes como, por ejemplo, los 13 millones invertidos en ayudas de 300 euros para los autónomos. O la partida de 14 millones para ayudas con el alquiler. Un presupuesto que ha sido ampliado en los últimos días a 25,2 millones”. Además de los 600 millones destinado al Plan de Apoyo de Pymes y Autónomos puesto en marcha en las últimas semanas. Mientras tanto, en el ámbito nacional se puso en marcha el cese extraordinario de actividad que continua actualmente para determinadas situaciones.
Reivindicando mejores condiciones
Aunque el saldo de la RETA sea positivo, no hay que descuidar la situación de los trabajadores autónomos en Almería. “Si queremos evitar la pérdida de autónomos empleadores hay que replantearse la prestación por cese de actividad para todos aquellos autónomos que no van a tener actividad, o va a ser muy baja, durante los próximos meses.”, añadía Rafael. Además, deben prepararse ya las previsiones para el primer semestre del próximo año. “Será necesario establecer un escudo de liquidez y ampliar el año de carencia para la devolución de los ICO”, pues muchos trabajadores autónomos no podrán devolverlo.
Por otro lado, el presidente comentaba la importancia de perseguir la morosidad mediante un régimen sancionador con recargos a las administraciones que no paguen en tiempo y forma. “Y como no, es imprescindible fomentar la digitalización de los negocios”. Cualquier recuperación económica precisa de seguridad jurídica, confianza y estabilidad. “Es hora de arrimar el hombro y unirnos para intentar salir adelante”.
Previsiones no tan esperanzadoras
Si la situación continúa como hasta ahora lo ha hecho, Rafael Amor asegura que “perderemos competitividad, empleo, oportunidades y tradiciones […] Cuando echemos la vista atrás lamentaremos haber perdido a tantas personas por este virus, pero también podemos dejar atrás lo que nos hace auténticos”.
Y aunque aún desconocemos cuándo llegará la vacuna que nos permita volver a una normalidad real, Rafael afirma que sí sabemos cómo paliar los daños económicos de esta pandemia. “Hay que poner en marcha medidas valientes y que salven de morir a las 300.000 empresas y autónomos que ahora mismo no facturan un euro, y que protejan al millón de negocios que están en el alambre. Si no ponemos remedio un tercio del tejido productivo en España puede desaparecer”.