¿Sustituyes a un profesional por las Apps de comida procesada?

María Giménez, nutricionista: " Es mejor informarse que escanear un producto".

Así es la realidad en la que estamos viviendo. Mucha gente lleva en su teléfono Apps de comida procesada y va por el supermercado llenando su carrito según el criterio de las aplicaciones sobre los productos que escanea. Parece una tontería, pero se ha creado el movimiento Real Food, con una alimentación basada en comida real (sin ningún tipo de manipulación o elaboración), con el que muchos profesionales de la salud se están echando las manos a la cabeza, porque hasta son cuestionados. Una moda que a algunos les ha venido bien pero que a otros les está haciendo jugar con su dieta. ¿A dónde nos llevará?

Etiquetado de alimentos

Nutri-Score

Es el modelo de etiquetado nutricional frontal para los alimentos envasados y/o procesados que muestra la calidad nutricional de los productos alimenticios con grados que van de la A (mejor calidad) a la E (peor calidad). Aunque en España algunos productores lo utilizan, de momento el NutriScore no es obligatorio. Es una herramienta que hay que perfeccionar.

¿Cómo se calcula el grado? Está determinado por la cantidad de nutrientes saludables y no saludables:

– Puntos negativos: energía, grasa saturada, azúcares, sodio,…

– Puntos positivos: fibra alimentaria, proteínas y el porcentaje de fruta y verdura, entre otros.

De esta forma quedaría así:

Ventaja: Los alimentos realmente ‘malos’ o ‘comida basura’ quedan delatados con el grado E.

Inconveniente: Muchos profesionales de la alimentación y organizaciones como la Asociación de Fabricantes y Distribuidores AECOC señalan que el baremo de medida tiene muchos fallos, sobre todo entre productos de diferente categoría. Hay alimentos que no aparecen como buenos, pero que en su justa medida son muy saludables. Por ejemplo; el aceite de oliva virgen viene catalogado como muy calórico, pero evidentemente es un alimento saludable y uno de los mejores y más envidiados en nuestra dieta mediterránea.

Nova

Este sistema de etiquetado divide los alimentos en cuatro grupos según su grado de procesamiento, sin tener en cuenta los nutrientes que contenga.

¿Cómo se distribuyen los grupos? El proceso de elaboración y la cantidad de ingredientes son los que lo determinan.

Ventaja: al igual que la anterior, los alimentos realmente ‘perjudiciales’ que son ultraprocesados quedan delatados.

Inconveniente: Mide el número de ingredientes con los que se procesa o que contiene un alimento, no qué tipo de ingredientes o aditivos.

Apps de comida procesada más conocidas

Existen muchas aplicaciones para escanear los códigos de barras de los productos que se venden en el mercado y comprobar, según el criterio de cada una, la calidad del mismo. Algunos productos no aparecen, pero quedan registrados en su base de consultas para incluirlos en los listados y te informan cuando ya se encuentren disponibles, o bien muestran algunos similares. Te mostramos tres de las aplicaciones más conocidas.

El Coco

Permite consultar información nutricional de los productos de alimentación (azúcares, grasas, sal, proteínas,…) así como su valor energético (calorías).

¿Cómo funciona? Escanea el código de barras de cualquier alimento. Te informa del grupo NOVA al que pertenece y su puntuación en Nutri-Score.

Yuka

Analiza productos de alimentación. Cada producto se evalúa siguiendo 3 criterios: calidad nutricional, presencia de aditivos y carácter ecológico del producto.

¿Cómo funciona? Escanea el código de barras de cualquier alimento. Te puntúa del 1 al 100 (siendo 1 la menor puntuación) en función de los criterios antes mencionados.

My Real Food

La aplicación analiza la lista de ingredientes y la información nutricional de miles de productos y te informa si un producto es ‘comida real’, buen procesado o ultraprocesado. También si es alto en calorías, grasas saturadas, azúcares o sal, o si tiene aditivos controvertidos o inocuos.

¿Cómo funciona? Escanea el código de barras de un producto o explora la base de datos para conocer su calidad nutricional y te muestra la información.

La opinión de una nutricionista

María Giménez Ramos se dedica a la Dietética de manera profesional. Ha estudiado Dietética y Nutrición en la Universidad Alfonso X el Sabio (Madrid) y Farmacia en la Universidad de Granada. Le hemos pedido su opinión con respecto a esta nueva moda de las Apps sobre comida procesada, que reconoce ver más de lo que le gustaría. Tal es el punto al que hemos llegado que en la Parafarmacia donde tiene su consulta privada escanean los productos que venden para estudiar los resultados y poder rebatir las opiniones de los usuarios que se fían ciegamente de las aplicaciones sobre comida real o elaborada.

¿Qué opinas de las puntuaciones que estas aplicaciones les dan a los productos?

«Pasan por mi consulta muchas personas que se fían de estas aplicaciones y algunas incluso que tienen fe ciega, tanta que hasta me cuestionan. Lo que dicen estas Apps de comida procesada no está mal, pero hay cosas que hay que saber interpretar. Por ejemplo, el chocolate negro, con un 90% de cacao, tiene mala puntuación por grasas y calorías, pero es un producto saludable, siempre y cuando se incluya en la dieta en la medida apropiada. Hay personas que comienzan sus dietas comprando cosas desnatadas o lights, y son mucho peores porque pasan por más procesos de elaboración y el producto final apenas tiene nutrientes. Es preferible comer con más calorías siempre que la calidad sea mejor, la diferencia en la mayoría de los casos, no es mucha».

También en los embutidos o carne procesada, hay que fijarse en el porcentaje de carne que contiene, lo ideal es que tenga más del 80%. Entre dos tipos de jamón de york, por ejemplo, que salgan en las aplicaciones como ‘buen procesado’ siempre hay que mirar el porcentaje de carne, ambos pueden serlo, pero ahí radica la diferencia.

Hay productos que no existen en la naturaleza, hay que elaborarlos; el yogurt natural, el pan,…podríamos hacerlos nosotros mismos, pero mirando que los ingredientes estén bien (que no lleven aditivos, potenciadores de sabor, conservantes,…) son buenos y pueden facilitarnos mucho la vida. No hay que obsesionarse con la ‘comida real’, hay procesados que son simplemente cortar un pescado y congelarlo«.

La App me dice que es bueno pero tiene mucha sal, ¿lo compro o no lo compro?

«Ahí hay que individualizarlo un poco. La sal no es exageradamente peligrosa siempre que una persona esté sana, o si practica deporte, ya que hay que consumir más sales. No consumir sal puede ser hasta peligroso. Hay como un mito. Una persona con problemas de riñón, hipertensión o retención de líquidos tiene que tener cuidado pero por lo general, si no basas tu dieta en productos procesados de sal, no hay que preocuparse demasiado por eso. Lo importante es encontrar el equilibrio.

Y al igual que con la sal, con todo lo demás. La pregunta es, ¿es perjudicial para mí? Hay personas que se pasan años consumiendo alimentos muy sanos a los que tienen intolerancias y no lo saben. Todo es muy relativo».

El movimiento Real Food está de moda, pero ¿es aconsejable comer solo comida real?

«El mayor problema que está generando esto del Real Food son los trastornos alimenticios. Aunque sea cierto que hay mucha gente que ahora come mejor gracias a estas Apps de comida procesada, tienen un punto negativo en común que es la susceptibilidad de muchas personas y la generación de modas sin fundamento, creando también un miedo ilógico a comprar todo lo que sea procesado.

Lo de comer ‘comida real’ está muy bien, pero el ritmo de vida que llevamos hoy en día no nos permite tenerlo todo natural y cocinarlo todo. Es habituarnos, sin caer en el error de ir a lo fácil siempre. Hemos pasado de un extremo a otro, de que nuestras abuelas estuviesen todo el día cocinando, algo que hoy día es casi imposible, a que de repente todo lo comprásemos ya hecho. Hay que intentar volver a cocinar, pero también podemos aprovecharnos de los procesados que son buenos

 Yo en mi consulta sí que hay muchos procesados que recomiendo, como las conservas, unas sardinillas en aceite de oliva te hacen un apaño un día que salgas tarde de trabajar y no tienes que estar haciendo pescado a la plancha. Las verduras también, hay muchas que son cortadas y congeladas, lo ideal es que sean frescas, pero si tienes prisa, es preferible estar cociendo unas verduras directamente de una bolsa preparada o utilizar unas legumbres cocidas, que no comerlas por no tener tiempo».

¿Cómo lo hacemos entonces para comer mejor?

«Lo que hay que hacer es mirar los ingredientes en la tabla, evitar las grasas hidrogenadas y azúcares añadidos (a veces las industrias los camuflan con otros nombres: dextrosa, jarabes, siropes,…), potenciadores de sabor y conservantes perjudiciales. Es mejor informarse de estas cosas que escanear un producto. Hay personas que leen, por ejemplo, ácido ascórbico y les suena fatal y les da miedo, y en realidad es vitamina C. Es decir, no todos los conservantes que se utilizan son perjudiciales.

Las Apps de comida procesada sirven de guía, pero no son una ciencia cierta. Simplemente funcionan con datos y estadísticas pero no tiene una fiabilidad del 100%, ni mucho menos, y además son muy genéricas. Todo lo que se lanza a la población en general, no se puede individualizar. Cada persona es un mundo, la nutrición de cada uno es diferente en cualquier caso, todas las personas deberían ir al menos una vez en su vida a un nutricionista, buscar asesoramiento real y que le enseñe a comer. E incluso para que te informen bien del uso de estas aplicaciones, en el caso de que las quieran seguir utilizando. Desgraciadamente en el colegio no te enseñan a comer, incluso nos han enseñado mal mucho tiempo porque la pirámide (de toda la vida) al final quedó obsoleta.

Además, mucho más importante que la obsesión por la comida es la práctica de ejercicio. Da igual lo sano que comas si eres sedentario. El deporte sí debe ser un ingrediente indispensable en nuestra vida».

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