Ana María Romero Yebra (Madrid 1941) es una maestra, escritora y poetisa española. Estudió Magisterio en Madrid pero está afincada en Almería desde 1981, donde ejerció como maestra hasta su jubilación y donde reside actualmente. Es una aficionada a las artes plásticas, por lo que realizó varios cursos de Pintura y Cerámica en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. Ha colaborado en diversos medios de comunicación y en numerosas actividades culturales y ha sido ponente en numerosas ocasiones en congresos y jornadas de literatura infantil.
También ha publicado poesía para adultos, algunas de sus obras son ‘Entero para mí’, ‘Isla de Bretema’, ‘Cantos de arcilla’, ‘Horario de la hondura’, ‘Mirando escaparates’ o ‘El llanto de Penélope’.
Fue presidenta del Ateneo de Almería, desde 1994 hasta 1999, siendo la primera mujer que ocupaba este cargo en un ateneo nacional, desde que se crearon en España en el siglo XIX. Concretamente el de Almería fue el segundo creado en Andalucía en el año 1876. Además, y como curiosidad, fue la primera mujer ‘rey mago’ en la cabalgata de Reyes de Almería en 1991.
“Desde pequeña fui buena lectora y en casa nunca me negaron el dinero para libros. Pronto tuve una mini biblioteca… Amar la lectura es fundamental para ser escritora. La verdad es que siempre me atrajo todo lo relacionado con el lenguaje y la escritura. Nunca me gustaron las matemáticas, la física o la química.
La lectura es algo mágico… Porque un libro es el único lugar donde las cosas suceden por alguna razón, donde tienen sentido, y porque no hay nada mejor que disfrutar esas horas escapadas de los relojes, en las que todo es posible entre sus páginas… Una biblioteca nos hace vivir miles de vidas, viajar por miles de países y sobre todo gozar miles de horas”.
Ana María Romero Yebra. ‘Seminario de Literatura Infantil y Juvenil de Guadalajara’ (2020).
La maestra-poeta
Así es como conocen a Ana María Romero Yebra, debido a que sus obras se decantan por la poesía y en especial la infantil. Desde que en 1989 publicó su primer libro ‘Hormiguita negra’, no ha dejado de escribir. Sus más de 60 libros publicados hablan de su enorme vocación. Muchos de sus poemas son como canciones, y los ha enseñado cantando, como ella se los imagina. Combina acentos y entonaciones que marcan un ritmo siendo la base de la musicalidad de su poesía, de hecho tiene un amplio repertorio de Nanas.
Hormiguita negra
«- Hormiguita negra
igual que el carbón.
¿Te has puesto morena
de tomar el sol?– Pues no, preguntona,
te has equivocado,
que me he puesto negra
de trabajar tanto».
Nanas
«El almendro del huerto
nieva una rama
aunque su tronco tiene
los pies de escarcha».«A la nanita, nana.
Se acaba el cuento,
y a la bruja del bosque
la lleva el viento».«Al vaivén de las olas
busco un camino
de corales y estrellas
para mi niño».
«Duérmete, mi niño,
que el sol ya se apaga
para que te duermas
hasta mañana».
Otoño
«Las hojas de los chopos se murmuran
secretos al oído
y el tronco les advierte cada tarde
que va a llegar el frío.Las hojas de los chopos se columpian
cuando las mueve el viento
y las noches de otoño van pintando
de amarillo su cuerpo.Las hojas de los chopos se desprenden
del calor de la rama
y ponen en el verde de la hierba
una alfombra dorada».