Cinco almerienses ganan una competición internacional de innovación

Un proyecto creado en 24 horas para la empresa Cosentino basado en la economía circular

Cinco alumnos almerienses de la Universidad de Almería han ganado un concurso internacional de innovación de ideas conocido como ‘Hunger4 Innovation‘ al que aspiraban alrededor de 1.500 estudiantes. La prueba consistía en resolver un reto real sobre sostenibilidad o innovación en tan solo 24 horas para una de las empresas Sener, Suez o Cosentino.

Ariadna Fernández, Jorge Arranz, Eduardo Rodríguez, Jesús Adrián Martínez y José Gabriel del Toro se conocieron formando parte de la Delegación de la UAL y desde entonces han creado un grupo capaz de complementarse al 100% y que se apunta a todo.

Es por ello que un día les llegó un mensaje por parte del Consejo de Estudiantes donde ‘Hunger4 Innovation’ les pedía que diesen difusión en la universidad a su concurso para que los estudiantes pudiesen participar. Cuando vieron que una de las empresas que participaba en la competición era Cosentino les sorprendió mucho porque es una compañía de la provincia a la que le tienen mucha estima. Al recibir la noticia, Ariadna miró a sus compañeros y les dijo que si querían apuntarse. Al segundo, casi sin pensarlo, todos le dijeron que sí, así que se embarcaron esta aventura.

Antes de poder participar en la prueba de 24 horas tenían que ser uno de los 15 equipos seleccionados. Para esto hicieron una entrevista con los organizadores, al igual que los cerca de 300 grupos que también querían ser elegidos. Posteriormente, recibieron un mensaje en el que se les confirmaba que eran unos de los escogidos para resolver un reto real. El azar quiso que Cosentino fuese la empresa adjudicada para este grupo de Almerienses.

24 horas

Llegó el día del concurso, eran las 9:00h de la mañana y la competición, que por primera vez se realizaba de forma online, comenzaba. Cada uno de los integrantes del grupo estaba en su casa con el ordenador, al igual que los responsables de las empresas que participaban y el especialista que se había asignado a cada equipo para servirles de ayuda.

Consentino les explicó cuál era el problema al que debían enfrentarse teniendo en cuenta la economía circular y la innovación. Al principio se les hizo un poco cuesta arriba pero comenzaron a plantear ideas para poder afrontarlo de la mejor manera posible. Después, tuvieron una conversación con la empresa almeriense y los estudiantes vieron qué ideas podían ser viables y cuáles no. A raíz de este encuentro se pusieron las pilas y comenzaron a desarrollar su proyecto.

Apenas durmieron, si alguno quería descansar un poco iban haciendo turnos para no parar de trabajar en toda la noche.

Lo nunca visto

Una vez terminaron la propuesta llegó la hora de exponerlo y contaban con diez minutos para explicar en qué consistía su trabajo. «Al tener tan poco tiempo no podíamos contar todo lo que habíamos elaborado en el dossier. Nos hicieron una pregunta que creían que no habíamos tenido en cuenta, pero sí lo habíamos hecho y estaba escrita, así que pudimos contestarla sin ningún problema», relata la estudiante de economía.

Estos almerienses cuentan que el jurado les dijo que en ninguna edición anterior de este concurso se habían encontrado con un trabajo tan bueno y elaborado como el suyo. Otra cosa que sorprendió a los responsables es que casi todos los integrantes del grupo estudian distintas carreras y que ninguno de ellos es ingeniero. Jorge, Grado en Márketing e Investigación de Mercados; José Gabriel, Grado en Administración de Empresas; Ariadna, Grado en Economía y Eduardo y Jesús Adrián, Doble Grado de Derecho y ADE.

Un proyecto viable

El resultado, una solución en la que tuvieron en cuenta las causas sociales y, que a diferencia del resto de grupos que habían entrado en la competición, podía ser viable. «La respuesta que creamos la desarrollamos ampliamente. Yo creo que el hecho de que no solo habíamos planteado una idea, sino que habíamos desarrollado un proyecto fue nuestro punto fuerte» añade José Gabriel del Toro.

Un modelo que si se llevara a cabo, según los cálculos de los creadores, podría estar implantado en la provincia en dos meses y en el resto del mundo en seis. Sin embargo, para conocer de qué se trata tenemos que esperar a que Consentino lo saque a la luz. «Nos encantaría saber qué ocurre finalmente con nuestro proyecto y ver en un futuro nuestros nombres publicados en alguna línea del trabajo si se llega a poner en práctica» declara Ariadna Fernández.

Se apuntan a todo

Estos cinco almerienses desde la Delegación de la Universidad, a parte de resolver los problemas que tienen los estudiantes a nivel de guía docente, están intentando aportar su granito de arena mejorando la formación del estudiantado a nivel nacional.

Forman parte de la Asociación Nacional de Estudiantes de Economía y Empresa donde luchan porque se mejore la educación y la docencia del estudiantado al que representan. También aportan otra serie de iniciativas como premios a trabajos de investigación o de opinión, descuentos en formación de entidades, ponencias…

«Realmente somos personas muy competitivas y eso hace que cada vez que se nos propone un reto queramos enfrascarnos en él y conseguir lo máximo posible» asegura José Gabriel del Toro.

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