El calor es algo que en Almería no falta en verano, y cuando estamos en casa, los ventiladores y aires acondicionados pueden salvarnos de esas gotitas de sudor, pero en la calle no. Ante esto la solución más viable hasta ahora es mover el aire y sentir la brisa, y para ello necesitamos el accesorio adecuado: un abanico. ¿Pero cuál? Pues seguro que la mayoría de nosotros contamos con el típico tradicional de la feria, ese que conseguimos tras kilométricas colas y que cuando lo tenemos entre manos nos vamos hasta con morenito en el cuerpo que se nos ha quedado tras la espera. Coincidiendo con La Feria de Almería 2021 y su tradicional reparto de abanicos, Dolores Segura nos habla de este tipo de artilugio.
Ella es la encargada de atender a todo el que pasa por Segura Complementos, una tienda ubicada en la calle Concepción Arenal y que lleva más de cien años en la provincia. Primero la abrieron sus abuelos en la Calle de las Tiendas en 1920. «Regresaron de Argentina con dos niños pequeños y tuvieron otros hijos. El último en nacer fue mi padre en 1932, y al poco tiempo murió mi abuelo. Realmente fue mi abuela la que estuvo al frente del negocio, y hay que imaginar lo que supuso para una mujer estar en tiempos de guerra con hijos de diferentes edades y a cargo de varios empleados», relata Segura.
Después, cuando los hijos tuvieron edad abrieron otras tiendas, en total 5. Con el tiempo algunos de los nietos se hicieron cargo de unas de ellas y en estos momentos la que permanece es la que tiene Dolores Segura en Concepción Arenal. Además, hace 3 años el Ayuntamiento les concedió una placa en reconocimiento a los años de servicio a la ciudad.
La joya de la corona
Sin embargo, de todos los artilugios que podemos encontrar en esta tiendecita, destaca un abanico pintado a mano por Carmen Monreal, una de las mejores pintoras de abanicos, especializada en reproducciones de Goya. En este accesorio la varilla es madera Doussie, va calada con dibujos y agujeros y también está grabada, todo hecho a mano. El encaje que lo adorna es una tira de tul bordado a máquina que se cose a medida. El entelado también se realiza artesanalmente con moldes adecuados para poder crear los pliegues de las telas y posteriormente se aplica cola a las varillas y se les pega la tela.
Modelos
Los hay de todos los tipos y de todos los precios. “Los tenemos desde 3 hasta 300 euros, según lo que cada uno quiera gastarse”, aclara la gerente. Y es que, a la hora de escoger uno de ellos hay que tener en cuenta qué es lo que buscamos. En la cuantía económica influye la calidad de la madera, de la pintura, el pintor o la seda. “Si la madera es de buena calidad cimbrea mejor. El tema de los pintores también es importante, puesto que hay manos más cotizadas que otras, al igual que se mira la calidad de la tela y de la tinta”, añade la mujer.
Los diseños
Respecto a los diseños son incontables, desde los más básicos hasta aquellos en los que la madera está muy trabajada y lucen bordados de encaje y pintura a mano. Dolores Segura relata que esos accesorios no son los mismos para los hombres que para las mujeres: “Los de ellos son más pequeños, normalmente no van calados y suelen ser de colores más clásicos como el azul marino o el burdeos. Aunque es verdad que cada vez hay más hombres que optan por colores más vivos”.
Tras su larga experiencia en el negocio la vendedora asegura que en Almería la mayoría de la gente se decanta por los abanicos clásicos con un buen calado y flores no muy exageradas y pintados. «No los solemos querer con estampación, sino pintados», aclara la de tienda de la calle Concepción Arenal.