Lo que Almería dio a Lorca: pasión por el teatro y sensibilidad por la pobreza

Los años que pasó en la capital durante su infancia influyeron en el poeta, dramaturgo y prosista español más destacado de la Generación del 27

Federico García Lorca residió en Almería unos años cuando era niño. Aunque la fecha no es precisa se estipula que entre 1906 y 1909.  Sus padres, Federico García Rodríguez (hacendado) y Vicenta Lorca (maestra), lo enviaron para que preparara su prueba de acceso al bachiller con el maestro Antonio Rodríguez Espinosa y su mujer Mercedes. El matrimonio lo tenía bajo tutela como pupilo en su casa, junto con otros niños, ubicada en la Antigua Plaza Bálmez, que actualmente se llama Plaza del Maestro Rodríguez Espinosa.

Plaza del Maestro Rodríguez Espinosa con busto de Lorca

Te contamos dos curiosidades sobre este gran poeta de la Generación del 27 relacionadas con Almería.

Federico García Lorca.
Autor: Pere Coba. Atribución 2.0 Genérica. Flickr.

Sensibilidad por la pobreza

Antonio Rodríguez Espinosa era maestro en el Hospicio de Almería (que estaba en el actual Hospital Provincial), muy cerca de la casa donde vivían. Federico solía jugar con estos niños, alumnos de su mentor, y esto le inspiró para escribir su poema ‘Hospicio’.


“Y las estrellas pobres

las que no tienen luz,

¡qué dolor,

que dolor,

que pena!,

están abandonadas

sobre un azul borroso.

¡Que dolor,

qué dolor,

qué pena!”

Fuente: ‘Hospicio’, Federico García Lorca. ‘Poesía Completa’ (1920).

Además de por sus obras, Federico García Lorca también era reconocido como figura de protesta ante la desigualdad, entre la que destacamos su sensibilidad ante la pobreza. A pesar de que en su casa no la hubo, él sentía una profunda empatía por los pobres desde que era niño, posiblemente su preocupación surgió de su estancia en Almería. En varias ocasiones dio su opinión de manera pública sobre la sociedad y el sistema.

«Mientras haya desequilibrio económico, el mundo no piensa».

Palabras de Federico García Lorca en ‘El Heraldo’ de Madrid (1936).

Pasión por el teatro

Almería capital contaba en el año 1908 con teatros estables y salas de cine con estrenos semanales, a los que Federico solía frecuentar. Su pasión por el teatro surgió en esta época. Una anécdota muy curiosa es que Mercedes, cuando les daba dinero a los pupilos que tutelaba en su casa para que fuesen a las actuaciones, les recomendaba que compraran entradas para el gallinero, porque eran más baratas. Federico, a la vuelta de una de las actuaciones, tuvo esta reacción:

“Doña Mercedes, ¡el gallinero es muy limpio! ¡No hay ni una sola gallina ni aves de ninguna especie! Quiero ir todos los domingos al gallinero. E iremos temprano para ver si encontramos huevos”.

Fuente: Marie Lefranque. ‘Souvenirs d’un vieil ami’ (1966). Traducción de las memorias de Rodríguez Espinosa.

Si te interesa conocer más sobre Federico García Lorca y su paso por Almería te recomendamos que leas ‘Conoce al Lorca que vivió en Almería’.

Salir de la versión móvil